Una locura. Eso han sido estos nueve días de Zinemaldia. Locura en todos los sentidos, especialmente en la cantidad de gente famosa que ha acudido al Festival, donde cada día, tal y como prometió su director José Luis Rebordinos antes de empezar, habría al menos una gran estrella entre las calles y los cines de la ciudad. Eso se ha cumplido con creces.
Pero también se ha cumplido lo que prometía la Sección Oficial: ha sido una gran competición por la Concha de Oro. Aquí se han incluido nombres de directores como Costa-Gavras, Joshua Oppenheimer, Albert Serra, Icías Bollaín, Xin Huo (debutante), Pilar Palomero, Mike Leigh, Audrey Diwan, Edward Berger... Muchos nombres ya consagrados que lo que se piensa habitualmente es que siempre van a Cannes o Venecia, que considerar presentar su peli en Donosti. Pues bien, este año el Zinemaldi ha callado bocas, porque como digo, muy bien la Sección Oficial, con todo tipo de propuestas muy interesantes en su gran mayoría.
Eso sí: este año el Festival se puede calificar como "el año de los moribundos". De todas las películas que he visto, creo haber contabilizado siete donde uno de los personajes principales es alguien con una enfermedad terminal. Vaya dramas siempre... ¡Queremos más comedias! Es verdad que el mundo no está precisamente en paz y las películas reflejan todo ese estado de ánimo general, pero aun así, unas risas para sacar de nuestros cuerpos, al menos durante dos horas, las mierdas que suceden en el mundo, nunca vienen mal.
En fin, que no me enrollo más y voy con lo mío: El palmarés ¡A txiflar! de la edición número 72 del Zinemaldia es...