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20 de febrero de 2020

10 razones para SÍ volver a ver los Oscar

Un año más trasnochando para ver los premios más importantes del Cine, los Oscar. Muchas veces podemos pensar que no es así, que nos da igual lo que se premie y cómo se premie en los Oscar... yo no soy de esos, siempre termino viéndolos de una forma de otra, y siempre encuentro cosas por las que ha merecido la pena estar pendiente de Los Ángeles para ver qué pasa y comprobar si hay sorpresas, si gana nuestra favorita, ver las actuaciones y las intervenciones de gente del mundillo a la que probablemente se admire... 

Este año la de los Oscar ha sido una noche histórica para los premios y para el Cine en general, al haber ganado una película no americana varios de los premios gordos de la noche. Concretamente cuatro, de los seis a los que optaba. Ha sido toda una sorpresa, muy de agradecer, pues para quien esto escribe, esta película, Parásitos, es una obra maestra.

Venga, a ver qué es lo que hace que el año que viene vaya a ver con ganas, una vez más, la gala de los Oscar:


10 razones para NO volver a ver los Oscar

Un año más ha tocado pasar la noche en vela para ver eso que llaman los premios más importantes del Cine. Un año más se puede maldecir sobre haber trasnochado para ver una cantidad de cosas que no tienen demasiado sentido y una serie de premios concretos que tampoco lo tienen (me refiero a quiénes han sido sus receptores). Sí, ha sido una gala de premios histórica, pero muchas de las cosas vistas no han sido nada del otro mundo y además carecían de interés o gracia. Por algo será que cada año pierden audiencia, y este año no iba a ser menos... 

Vamos con una lista de diez temas que han hecho que se me quiten las ganas de volver a ver la gala de los Oscar el próximo año:

1 de marzo de 2019

SÍ volveré a ver los Oscar por estas diez razones


No nos engañemos. O al menos, yo no os voy a engañar. Por mucho que diga o por mucho que critique a los Oscar, tengo claro que volveré a ver la gala del año que viene. Me gusta la salsa de este tipo de premios, y me gusta ver a gente que admiro como actores, actrices, directores o directoras recibiendo premios, poniendo caritas, etcétera. 

Por lo tanto y sin enrollarme más de la cuenta, voy a tratar de enumerar diez razones que además de porque me gusta ver estas cosas, hacen que el año que viene vuelva a trasnochar y pase la noche en vela para ver qué película se convierte en la película del año, o quiénes en las personalidades cinematográficas del mismo.

Allá voy:

NO volveré a ver los Oscar por estas diez razones


Es verdad que los Oscar son los premios más importantes de cine del año (y del mundo), y que es muy fácil poder pasar de ellos... Deberían darnos igual todas estas cosas, lo que tiene que disfrutarse es el Cine en sí, y no ver cómo un grupo de gente se premia entre sí condescendientemente, sonriendo a cámara todo el rato y luciendo sus mejores galas. Unos premios donde nunca premiaron (sin tener en cuenta los premios honoríficos) a gente como Chaplin, Hitchcock, Cary Grant, Kubrick o Terence Fisher (entre muchos otros grandes del Cine) cuando tuvieron que ser premiados no deberían merecer nuestra atención. Y por si fuera poco, un año más han dejado claro que prefieren premiar cosas "blancas" y nada dañinas, totalmente americanas, sin ninguna profundidad en ningún aspecto, que arriesgar y jugársela. No, esas cosas no pasan en los Oscar.

Es por este tipo de cosas y por lo visto en la gala de este año por lo que me planteo volver a prestar atención a estos premios en su próxima edición, con diez razones.

Allá voy:

11 de marzo de 2012

Diez razones (10) para SI haber visto los Goya 2012

Si hay razones para no haber visto la gala de los Goya, también debe haber razones para sí haberla visto. Y además estas que pongo a continuación, pueden hacer que el año que viene se vuelva a estar delante de la tele o del ordenador para ver los Goya 2013, quién sabe... 

Mis diez razones para haber visto los Goya 2012 son:

Diez razones (10) para NO haber visto los Goya 2012

... y como muchas de las cosas que no me gustaron posiblemente vuelvan a suceder el próximo año, pueden ser razones para no ver esta gala una vez más.

Los premios Goya fueron hace ya tres semanas, pero tengo apuntadas qué cosas me llamaron la atención. Si uno fuera adivino, antes de ver la gala de "nuestro cine", podría haber visionado estas cosillas que apunto a continuación, y evitarse así tres horas frente al televisor o el ordenador, y emplearlas para hacer otras cosas más interesantes. Pero... uno no es adivino y al fin y al cabo, siempre hace gracia ver estas cosas, por lo tanto, luego pasa lo que pasa.

Vamos con diez temas que no me gustaron de la gala de los Goya 2012:

20 de febrero de 2011

10 razones para SI ver los Goya

En mi post anterior he comentado diez razones para no ver los Goya. Todo (o casi) tiene su cara y su cruz, así que ahora intentaré dar otras diez razones, pero que hacen que merezca la pena haberlos visto y verlos una vez más en la próxima edición.


1.- Karra Elejalde premiado. Ya iba siendo hora de que a este gran actor le fuera reconocido todo el talento que tiene. Su papel en También la lluvia es, y será, de lo más recordado.

2.-
Bandas sonoras originales. Los cuatro nominados a la mejor banda sonora original son unos verdaderos maestros, no hay más que escuchar sus trabajos. Roque Baños (Balada triste de trompeta), Gustavo Santaolalla (Biutiful), Víctor Reyes (Buried) y Alberto Iglesias (También la lluvia). Cuatro bandas sonoras magníficas pero solo un premiado que fue Alberto Iglesias, nada menos que su noveno (¡noveno!) Goya. Da gusto ver y oír a este hombre y ver la sencillez y la emoción con la que habla siempre.

3.- La introducción a la gala. Si bien este año la repetición de Andreu Buenafuente como maestro de ceremonias no ha sido tan lúcida como la del año pasado, el vídeo que daba inicio a la gala no estuvo mal del todo. Muchas cosas cogidas con pinzas y apariciones de famosetes del mundillo también con pinzas, pero entretenido y con algunos buenos chistes. Dos ejemplos: Fernando Trueba riéndose una vez más de su peculiar mirada y Buenafuente emulando a Ryan Reynolds en un ataúd en el que se veía un plano típico de USTED ESTÁ AQUI, con el dibujo correspondiente del ataúd bajo tierra.

4.-
Rosa María Sardá. Junto a Juanjo Puigcorbé protagonizó un simpático diálogo antes de presentar el premio al mejor director, con una parodia sobre el trabajo de los directores. Tener a la Sardá es ir sobre seguro (no en vano sus presentaciones en anteriores Goya aún son muy recordadas) y siempre aporta mucho humor al evento (cosa que hacía buena falta a esas alturas de la gala ya que estaba siendo excesivamente larga... y aburrida).

5.- El discurso de Alex de la Iglesia. Hay que ver cuánto se ha comentado este discurso, el último como presidente de la Academia de Cine española. Muchas opiniones en contra y otras tantas a favor. Casi se hablaba más sobre esto al día siguiente que sobre los premiados. Un discurso certero, implacable en algunos momentos, y que dejaba claro la opinión del director de Balada triste de trompeta sobre todo el asunto de la ley Sinde e Internet. Se puede estar de acuerdo con él o no, pero fue al grano y le echó huevos. Por las caras que la que dice ser la ministra de cultura ponía, no tiene pinta de que le hiciera mucha gracia el asunto. Aunque lo que yo creo que pensaba era algo así como "tú di lo que quieras, que lo que yo pretendía ya lo tengo más que aprobado en el Congreso de los diputados, así que me la sopla lo que digas". Puedes leer el discurso íntegro aquí.

6.- Niños premiados. Esto no suele fallar en las ediciones de los Goya donde hay niños nominados de por medio. Casi siempre acaban siendo premiados, y si no, hagamos memoria (aun a riesgo de equivocarme): Juanjo Ballesta (El bola), Ivana Baquero (El laberinto del fauno), Nerea Camacho (Camino)... y ahora los dos jovenzuelos de Pa negre, Marina Comas y Francesc Colomer como actriz y actor revelación, respectivamente. Aunque esto quizá podría ponerse como pega de los Goya (me refiero al hecho de que niño y Goya vayan tan de la mano), es bonito y gracioso ver cómo se emocionan y casi siempre lloran cuando recogen el premio.

7.- Jorge Drexler. Quien fuera tratado de mala manera en los Oscar (en Hollywood no quisieron que él mismo cantara su propia canción de Diarios de motocicleta en la ceremonia de los Oscar, aduciendo -o eso se dice- que al no ser conocido no tendría gancho, poniendo a Antonio Banderas en su lugar, y haciendo una versión un tanto... curiosa) recogió su premio a la mejor canción original (“Que el soneto nos tome por sorpresa” de la película Lope) cantando a pelo. Al igual que hizo cuando recogió el Oscar por aquella película. Un tío majo y sencillo, por cierto. [Nota: Aquí está la versión de Banderas de la canción Al otro lado del río, y aquí la voz original de Jorge Drexler. Compare usted, compare...]

8.- Euskera. O mejor dicho el amago de euskera que hubo. La ganadora del Goya al mejor corto de ficción fue para Una caja de botones, de María Reyes Arias González, quien se crió en la comarca guipuzcoana denominada Goierri, con lo cual y tras varios intentos de calmarse y de querer agradecer el premio, quiso cantar una canción popular del Goierri, pero no acertó a hacerlo, sólo pudo decir un par de frases. Lástima, porque la canción es bien bonita.

9.- Espontáneos. Un tal Jimmy Jump, conocido por sus irrupciones e interrupciones de eventos conocidos y televisados, quiso tener su momento de protagonismo en la gala y cuando se iba a hacer entrega del premio al mejor actor, hizo honor a su supuesto apellido y saltó a escena, tranquilamente y ante la perplejidad de todo el mundo. El tío es un tanto impresentable, sí, vale, pero no hizo daño a nadie, no robó nada (al menos que se sepa) y a mí hasta me pareció gracioso. Quizá por gente como yo él y los que son como él siguen haciendo lo que hacen, pero qué se le va a hacer. Las actrices que entregarían el premio se quedaron completamente bloqueadas, o esa impresión dan, y las caras de los actores nominados también eran de foto, claramente. Entre la incredulidad, la risa y la vergüenza ajena.

10.-
La película ganadora: Pa negre. Vaya por delante que de las cuatro películas nominadas a la mejor del año, que además eran las que más candidaturas tenían, es la que menos me ha gustado, sin ser mala película. Porque no lo es, a pesar de ser una historia ya vista (una historia de posguerra donde muchas personas guardan unos cuantos secretos que es mejor que no salgan a la luz) está muy bien realizada y no digamos ya interpretada (casi todo el plantel de actores nominados se ha llevado su premio correspondiente, sólo faltaron dos grandes como Sergi López y Eduard Fernández para completarlo). Un premio a Agustí Villaronga, su director, que hasta ahora se le había tenido como bicho raro dentro de la cinematografía española y que de esta forma es reconocido por su trabajo. Otra de las cosas que ha sorprendido es que es una película rodada enteramente en catalán, convirtiéndose así en la primera rodada en este idioma que se lleva el gato al agua en los Goya.

[Extras]

E.1.- Carlos Areces, uno de los protagonistas de Balada triste de trompeta y componente del genial grupo cómico del programa de TV Muchachada Nui, salió a entregar junto a Loles León los premios a mejor guion original y al mejor adaptado. En cada uno de los premios, Areces hizo mención a su no-nominación como actor por Balada triste de trompeta: "Quince nominaciones que tiene la película... y ninguna es la mía", comentó antes de anunciar quién era el premiado.


14 de febrero de 2011

10 razones para NO ver los Goya

Voy a intentar dar diez razones por las que uno se podría haber evitado estar pendiente de la gala número 25 de los Goya:


1.- La excesiva duración de la gala. Nada menos que tres horas y veinte minutos.

2.- Los discursos largos de agradecimiento. Un ejemplo: Mario Camus. Vale que era el Goya de Honor, y vale que es uno de los grandes directores de la cinematografía española, pero se pasó tres pueblos con la magnitud de su discurso. Cuando llevaba unos cinco minutos (o quizá más) aproveché para ir al baño ya que no había ido en ningún momento al no haber cortes publicitarios. Todavía Camus estuvo un buen rato más. Karra Elejalde no se quedó corto tampoco pero fue el primer premio de la noche y aún estábamos todos frescos.

3.- La corrección política. Un año más, los Goya se han caracterizado por su humor blanco. No se trata de querer hacer daño a nadie, pero algo más de acidez en el guion sería de agradecer, empezando por el buen maestro de ceremonias, Andreu Buenafuente, y siguiendo con todos, todos, los invitados. Solo hubo un par de chistes nada más empezar la gala por parte del presentador, y poco más. Lo bueno fue que esos chistes fueron hacia Ángeles González-Sinde (me niego a llamarla ministra de cultura porque para mí no lo es) y por la cara que puso no le hicieron mucha gracia. Pero ya no hubo nada más. Todo, como digo, blanquísimo.

4.- El autocopiado. El pasado año se realizó una buena parodia, todavía recordada, de la que fue la gran vencedora, Celda 211, en plan trailer y titulada Movida en la 211 (realmente genial). Este año han querido volver a hacerlo con las películas favoritas, mezclando cada una de ellas con géneros totalmente diferentes a los que pertenecen, pero el tiro les ha salido por la culata. Personalmente solo vi algo de gracia al correspondiente a Buried, de Rodrigo Cortés. El de Balada triste de trompeta (menclándola con un cómic de la Marvel) no hizo ni siquiera gracia a Alex de la Iglesia, cuya cara de circunstancias tras verlo, lo expresaba todo. Pero esto es por poner algún ejemplo, ya que la tónica general de la gala es la misma desde hace muchos años (ver siguiente punto).

5.- El copiado al formato de los Oscar americanos. Los Goya siempre quieren parecerse a los Oscar, por mucho que quieran pretender lo contrario. A otro perro con ese hueso. Imitan hasta la saciedad todo lo que se ve en los premios hollywoodienses: monólogo inicial haciendo referencia a los principales protagonistas de la noche, diferentes invitados entrando y saliendo, estrella gorda presentando el último premio de la noche (Javier Bardem para la mejor película)...

6.- El número musical. Varios actores encabezados por Luis Tosar se pusieron a cantar un popurrí de conocidos temas a los que personalmente no les vi la gracia por ningún lado. Mejor dicho, al número en sí no se la vi. No sé qué pretendían con ello.

7.- La mala realización por parte de RTVE. No se cansaban de ofrecer bonitos planos de lo que era el interior del Teatro Real de Madrid, mientras que en varias ocasiones no se prestaba atención a lo que sucedía en el escenario o en la pantalla. Un ejemplo clarísimo: El típico In memoriam en el que se recuerda a todos los fallecidos durante el pasado año, no pudo estar peor realizado. Cuando salieron las imágenes de los grandes (Manuel Alexandre, Luis García Berlanga, por ejemplo), la cámara se empeñaba en hacernos ver que el Teatro Real es la mar de hermoso. Otro ejemplo: en ocasiones enfocaban a invitados que estaban bien cómodos en sus butacas, a los que apenas se les veía la frente y el flequillo, ya que otras butacas y las personas sentadas en ellas no permitían el enfoque correcto. Pues la realización en estos casos mantenía el plano, aunque no se apreciara bien a quién había que ver.

8.- Loles León empeñada en parecer una sex symbol patria.

9.- La foto o las imágenes del morbo. Esto se podría incluir también dentro del punto 7. Si el año pasado se prestó mucha más atención en buena parte del evento a la presencia ultramediática de Penélope Cruz y Javier Bardem (aparecían juntos tras mucho rumor de si eran pareja) que a lo que pasaba en la propia gala, este año ocurría otro tanto de lo mismo con Ángeles González-Sinde (y sus caras de póker), Icíar Bollaín (también con dicha cara en unas cuantas ocasiones) y Álex de la Iglesia. Continuamente se mostraban planos de la primera de ellas, y no digamos ya al inicio de la noche, ya que fueron quienes coparon toda la atención. Vale que el asunto que los ha distanciado tiene tela y es noticia importante dentro del cine español, pero vamos a ver, un poquito de por favor... Se les saca al principio, y ya. No hace falta aburrir al espectador con tanta cara de circunstancias como las que mostraron estas personas.

10.- Santiago Segura haciendo publicidad de su película. Santiago Segura siempre es una grata presencia en cualquier sarao que se precie, y más si presenta alguno de los premios, pero lo que veo inconcebible y con mucha más cara que espalda, es algo que se veía venir: si Segura aparecía, claramente haría algún chiste o mención especial sobre su última película de inminente estreno, Torrente 4 (Lethal crisis). Así fue. No sólo apareció (como dibujo animado, eso sí) con una camiseta en la que ponía el título de la película (hay que recordar que Santiago Segura fue quien puso de moda en España lo de promocionar una película allá donde se fuese siempre con una camiseta de la misma), sino que cuando ya apareció en carne y hueso, volvió a hablar de la película.

[Extras]

E.1.- Las caras de todos los presentes pendientes de si les estaban enfocando con la cámara o no. Se les veía más tiempo mirando a la pantalla superior del teatro (donde se veía lo que se emitía durante la mayor parte del tiempo) que donde tenían que mirar, es decir, al escenario.

E.2.- Elena Anaya casi en los huesos. Aparte del poderío que esta chica tiene como actriz, me pareció verla excesivamente delgada, cosa que creo que no le favorece en absoluto, aunque hay que reconocer que iba muy guapa.

E.3.- Najwa Nimri una vez más parecía estar fumada en su aparición en el escenario (no es la primera vez que da esa impresión).