Seis personajes son reunidos en un
instituto de parapsicología canadiense para ser cobayas en un
experimento que intentará analizar la relación entre la telepatía
y el erotismo o el deseo sexual. Todo ello unido a drogas y a alguna
explosión de violencia hará que el doctor encargado de esto,
Stringfellow (un personaje al que nunca se ve y del que poco se
sabe... es decir, un científico loco en toda regla) sea capaz de
sacar sus propias conclusiones. El espectador asistirá a la
narración (con voz en off continua) de los hechos que en aquel
estudio sucedieron.
Si bien la película cuenta un experimento muy peculiar, la película también es tal. David Cronenberg en su primera película abraza el cine experimental, pero dejando ver, en principio algo por encima (pues ya tendrá años para profundizar en ello) esos temas que tanto nos gustan a los aficionados a su cine: Organismos, sexo, temas de la mente. Biología, ciencia, carne, anatomía, fisicidad...