En su momento coloqué un post sobre mis manías en una sala de cine (recordar)... Entre ellas estaba la del teléfono móvil. Bien, pues hace unos cuantos meses pocos instantes antes de las proyecciones se podían ver los siguientes anuncios publicitarios, con motivos de cine y con el eslógan "Tú no deberías ser el protagonista". Los tres spots son estos:
Instinto básico
Troya
American beauty
Son divertidos, breves y originales, algo fundamental en la publicidad. Personalmente creo que lo que deberían recordar al espectador es que apaguen el teléfono, en lugar de conectar el contestador, pero bueno, qué se le va a hacer. De todas formas, la gente no hace caso ni de una cosa ni de otra, por lo general siguen oyéndose llamadas de teléfonos durante una proyección (recuerdo, por ejemplo, que viendo Slumdog millionaire, una mujer que había detrás mío se atrevió incluso a descolgar y mantener una conversación, en voz bajita, pero eso no quita el despropósito). También hay gente que envía interminables mensajes (y lee los recibidos, previo sonido avisador) sin darse cuenta (y si se dan cuenta les da igual, también sucede) de que la gran luz de la pantalla molesta un poco (bastante).
No sé, serán manías mías...
Instinto básico
Troya
American beauty
Son divertidos, breves y originales, algo fundamental en la publicidad. Personalmente creo que lo que deberían recordar al espectador es que apaguen el teléfono, en lugar de conectar el contestador, pero bueno, qué se le va a hacer. De todas formas, la gente no hace caso ni de una cosa ni de otra, por lo general siguen oyéndose llamadas de teléfonos durante una proyección (recuerdo, por ejemplo, que viendo Slumdog millionaire, una mujer que había detrás mío se atrevió incluso a descolgar y mantener una conversación, en voz bajita, pero eso no quita el despropósito). También hay gente que envía interminables mensajes (y lee los recibidos, previo sonido avisador) sin darse cuenta (y si se dan cuenta les da igual, también sucede) de que la gran luz de la pantalla molesta un poco (bastante).
No sé, serán manías mías...