En este post y en los próximos, comentaré de forma breve el resto de películas que vi durante el Zinemaldi 2013 y que no he reseñado anteriormente.
Club Sándwich (Fernando Eimbcke)
La película que hizo ganar a Eimbcke la Concha de Plata al mejor director cuenta la historia de una madre y su hijo adolescente que está en pleno despertar sexual y el momento en el que conocen a una vecina de hotel, adolescente también.
Se trata de una película con un ritmo muy particular, donde quizá cueste entrar, pero el tono que va adquiriendo gracias a sus personajes y sus (pocas, casi improvisadas) líneas de guión termina convenciendo y haciendo que se tenga curiosidad por saber qué pasará con este peculiar trío. La peli no apasiona, pero por lo menos tiene carácter propio y eso es de agradecer.
Enemy (Denis Villeneuve)
Un hombre encuentra un doble exacto de sí mismo. Temática de otro yo, de doppelgänger, tan habitual en cine y literatura, contada de una forma angustiosa, extraña, con elementos probablemente incomprensibles... todo ello puede jugar en su contra, pero también a su favor.
Si a quien la ve le gustan las adivinanzas y los juegos retorcidos, esta es una de sus películas. Si no, casi con toda seguridad acabará hasta las narices de tanto misterio, de tanta araña y de tanto Jake Gyllenhaal. Su director tiene poderío, eso sí. Película para fans del cine raruno, confuso, con muchas incógnitas.