Todavía está reciente la noticia de la muerte de un auténtico icono del cine como
Liz Taylor, pero el paso del tiempo es implacable y ayer se supo una nueva triste noticia en el mundo del Cine. Uno de los grandes directores de la historia,
Sidney Lumet, ha muerto a los 86 años por culpa de un linfoma.
Formado en la televisión (con la ayuda de su amigo
Yul Brynner) y siendo parte de lo que se ha llamado
la generación de la televisión junto a otros maestros como
Arthur Penn,
John Frankenheimer,
Robert Mulligan, etc, que empezaron a dirigir en la pequeña pantalla para dar posteriormente el salto a la grande, debutó en el Cine en 1957 con una obra magnífica, imperecedera:
12 hombres sin piedad, por la que fue nominado al Oscar de mejor director. Cincuenta años después su último trabajo es también algo portentoso:
Antes que el diablo sepa que has muerto. Cine negro del bueno del que muchos deberían tomar nota y aprender.
Entre aquella primera película y esta última ha habido otros trabajos memorables, entre los que cabe destacar claramente los que siempre recuerda todo el mundo (y con razón):
Serpico,
Tarde de perros,
Network (Un mundo implacable),
Asesinato en el Orient Express,
Veredicto final... Todas ellas con muchos de los mejores actores del momento:
Marlon Brando,
Paul Newman,
Ingrid Bergman,
Al Pacino,
Faye Dunaway,
Henry Fonda... Muchas de las películas con la ciudad de Nueva York de fondo y con temas sociales, que es algo que caracterizaba al director (sobre su forma de retratar las ciudades donde basaba sus filmes, pero especialmente de Nueva York -la ciudad donde se crió y donde rodó muchas veces-, llegó a decir que era un personaje más de sus películas)
Un mítico director que no obtuvo ningún Oscar, a excepción de uno honorífico en 2005, y del que lamentablemente mucha gente ni se acuerda, o ni siquiera sabe quién es. Esperemos que a raíz de esta triste noticia haya gente que empiece a descubrir sus películas.
Sidney Lumet (1924-2011).
PD: Lumet obtuvo en 1960 la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián por la película
Piel de serpiente. Y en 1975, Al Pacino obtuvo el premio al mejor actor en el Zinemaldia por
Tarde de perros.