¡A txiflar!: Zinemaldia 2021 - El buen patrón (Fernando León de Aranoa)

Veinte años han pasado ya desde que Fernando León de Aranoa presentara Los lunes al sol en el Zinemaldia. La presentó y triunfó, pues conquistó nada menos que la Concha de Oro a la mejor película (y poco después se llevaría cinco Goyas). Desde entonces yo diría que no ha logrado dar en el clavo con sus películas (la más cercana a ello, quizá, Un día perfecto -2015), siempre con su toque social y crítico, pero sin llegar a tener algo memorable del todo. Con su nueva peli, El buen patrón, presentada en la Sección Oficial del Festival, sí toca las teclas exactas para que sea, según un servidor, una de las grandes candidatas al gran premio del certamen.

El buen patrón cuenta la historia de Julio Blanco, un empresario dueño de una fábrica de básculas. un triunfador social y económicamente (sobre todo) hablando, que como bien se dice en el título es considerado "un buen patrón". Pero a nivel empresarial, todos sabemos que si estás muy arriba es muy probable que no lo hayas hecho por ser una buena persona. Julio Blanco, claro, no lo es. Y ojo, porque tampoco lo son las personas que le rodean. Todas esas personas, sin excepción, tienen un lado oscuro, partes turbias de sus vidas que hacen que los espectadores no sintamos más que rechazo hacia muchas de las cosas que hacen o cuentan. Quizá haya algún personaje más blanco, o mejor persona, pero es sin duda la grandísima excepción.

Fernando León de Aranoa toca muchos palos a nivel de temas laborales con su guion, todos encabezados por el abuso de poder que ejerce en todo momento el protagonista. Un protagonista con el que te ríes, así como con ciertas cosas de los demás personajes, pero hacia el que es imposible no sentir rechazo, cuando se ven ciertas formas de resolver sus problemas que son claramente propias de un mafioso y un explotador. Lo que se ve en la película es lo que sucede en la realidad, y así nos lo hace saber el director y el resto de su equipo. Quizá se pueda pensar que está exagerado todo para poder buscar la comedia (Aranoa siempre intenta colocar comedia en sus historias, pues dice que es la mejor forma de afrontar la vida), ya que no deja de ser una película, y en pantalla ya se sabe... pero no: el mundo laboral es así. Fernando León de Aranoa ha dejado claro que tampoco ha querido hacer un tratado, un manifiesto, o algo parecido. Simplemente, según ha declarado, se limita a mostrar las vidas de una serie de personajes patéticos y miserables, y a contar sus historias.

Como bien se ha apuntado en la rueda de prensa que ha dado el equipo de la película, El buen patrón puede ser una "hermana" de Los lunes al sol. O quizá su contraportada. Si bien Los lunes al sol se centraba más en la clase obrera, en El buen patrón obviamente el punto de vista es casi la otra cara de la moneda. También, el recuerdo de Los lunes al sol es más dramático (sin perder la comedia), mientras que con El buen patrón uno se ríe más a gusto, consciente de que todo es una comedia. Y a eso además contribuye el trabajo de todos sus actores, encabezados por Javier Bardem, que colabora con León de Aranoa por tercera vez y que una vez más no puede estar mejor haciendo lo que hace.

La composición que Bardem hace de Julio Blanco, un tío que siempre busca el equilibrio en su empresa y en su vida (algo así como su eslógan) es tremenda: Su forma de hablar, de andar y de estar quieto, de mirar con o sin gafas, de comerse la pantalla, de arrollar todo lo que tenga por delante pero ayudando a quien tenga al lado en la escena, dejándoles siempre su momento, transmitiendo generosidad actoral. También tenemos en el reparto a Manolo Solo, otro crack de la interpretación, que para variar borda su papel de perdedor patético, siempre a la sombra de su amigo y protector; Sonia Almarcha es la mujer de Bardem (se acuerda uno de Los Soprano y de Carmela -Edie Falco-, la mujer de Tony, más que consciente de que su marido no es trigo limpio pero no queriendo abrir del todo los ojos dada que su posición es más que cómoda); Oscar de la Fuente es otro personaje con el que no sabes si solidarizarte o permitir que el empresario se salga con la suya (o no) cuando lo intenta; también vemos a la casi debutante Almudena Amor (digo "casi" porque también actúa en la película La abuela, de Paco Plaza, que también se presenta en la Sección Oficial de este año); y por último el veterano Celso Bugallo, actor de larga trayectoria que interpreta al "favorito" del empresario... En fin, todos magníficos, todos en su papel, todos con unos personajes muy bien escritos y definidos.

Normalmente, cuando se estrena una película política, o de una ideología muy definida, hay sectores que se molestan y levantan mucho la voz para que la película no se haga, para que no se estrene, en fin, para boicotearla... El buen patrón no habla de política, pero sí es una película política. No debería quedar en el recuerdo como una comedia donde te ríes con las cosas del empresario de las básculas, sino como algo que realmente haga reflexionar sobre cómo está el mundo laboral y quiénes lo dirigen. Es una película que debería molestar e incomodar. Y si además de eso, te quedas con que te has reído viéndola, aún mejor.