En esta historia aparecen:
Primero le ayudo, aunque de sobra sé que no hace ninguna falta, a colocar la grabadora y la cinta donde todas nuestras palabras quedarán registradas. Después, me dice que me ponga cómodo porque seguramente la conversación durará muchas horas. Enseguida empieza a mencionar a Marguerite Duras y a su amante, porque desde siempre ha sido un tema que le ha llamado la atención. Yo le corto, porque en realidad no es un tema que me interese a estas alturas de mi vida. De vez en cuando, Simon realiza fotos o graba desde ciertos ángulos algunos momentos, algunas frases que decimos. Moviendo la cámara de un lado hacia el otro. Como ya previendo la entrevista en una pantalla.
En un momento dado la conversación, que reconozco que ya no me interesa en absoluto por mucho que sea la directora Claire Simon quien tengo delante, no me interesaba en absoluto. Sólo pienso en escapar de aquí. Pero las referencias siguen, y siguen, y siguen... ¿Por qué se hace todo tan interminable? Ha llegado un punto en el que parecía que iba a poder escaparme, pues ha habido una pausa, un respiro, un soplo de aire fresco, con el que he podido levantarme y estirar las piernas, llevar mi mente a otro lugar, fuera de Duras, de su amante y de Claire Simon. Dentro de un par de minutos esto cambiará y podré marcharme...
No. Otra vez, el mismo tema sale a colación. Ya no llueve. Anochece, en cambio. La iluminación es más tenue e íntima. A mí no me gusta. Pero ella sigue mostrando ese interés, esas ganas de hablar. De hablar sin parar. Y de fumar. Hay mucho tabaco, no se puede mantener una conversación de estas características sin llevarse un cigarrillo tras otro a la boca. Ya no sé a dónde quiere ir a parar. Finalmente, le dejo seguir hablando, creo que es la mejor solución. Ella no entiende que yo también quiero contarle cosas, preguntarle incluso. No sé, hablarle de las cosas que he visto y hacerle saber mis opiniones. Pero esto hace ya mucho rato que se convirtió en un monólogo. Es imposible que no vea cómo mi cara se ha convertido en un grito sordo de desesperación...
Estas han sido mis sensaciones, más o menos, al ver la película que Claire Simon ha presentado en la Sección Oficial del Zinemaldia 2021: Vous ne desirez que moi (Quisiera hablar de Duras). Obviamente no ha habido encuentro con la directora, más allá de la rueda de prensa. La inclusión de esta película en esta seccióm es algo imposible de entender, la verdad, y diría que incluso una tomadura de pelo.
Un CERO.
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