24 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'Tres colores: Rojo'

Ya muy enfermo y mientras montaba Tres colores: Blanco, Krzystztof Kieslowski continuaba rodando y lo hacía para cerrar su trilogía francesa, el tercer color de la bandera gala, representante de la fraternidad, el hermanamiento, la comprensión y la solidaridad.

TRES COLORES: ROJO
Trois couleurs: Rouge, 1994


Con esta última película es con la que por fin llega la esperanza a la trilogía de Kieslowski (y quizá también a su filmografía. No deja de ser curioso que justo sea en su última película donde esto sucede). Por fin vemos un desenlace que nos hace pensar que es posible la redención y la felicidad en el ser humano. Por fin llega el amor. Por fin llega aquello que simboliza el tercero de los colores en la bandera francesa: la fraternidad, el amor. La unión entre diferentes, que siempre parece algo tan imposible, llega a suceder. Cuando más cerrados creemos tener el corazón y la mente, la aparición fortuita de alguien en nuestras vidas puede hacer que, poco a poco, esa cerrazón vaya desapareciendo. Y lo mejor de todo es que ese alguien puede ser alguien que ni siquiera tenga nada en común con uno mismo, al menos a priori.

21 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'Tres colores: Blanco'

TRES COLORES: BLANCO
Trois couleurs: Blanc, 1994

Tú me das, yo te doy.
Yo pago, tú pagas.
Tú me echas, yo te echo.
Yo te amo... ¿y tú a mí?


La igualdad. Otro tema universal tratado por Krzysztof Kieslowski, en esta ocasión con la película que nos ocupa y con la que se permite además coquetear de nuevo con la comedia (otra ocasión donde lo hizo fue en Decálogo 10), pero también llevando al espectador por el camino que tan marcado está en su filmografía, especialmente desde su alianza con el guionista Krzysztof Piesiewicz.

18 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'No amarás'

NO AMARÁS
Krótki film o milosci, 1988


Si la anterior película para cine sobre el Decálogo, No matarás, triunfó en el festival de Cannes, en esta ocasión con No amarás (la versión también para cine del sexto mandamiento), Krzysztof Kieslowski hizo lo propio en el Festival de Cine de San Sebastián, llevándose el Premio Especial del Jurado. Queda claro lo valorado internacionalmente que estaba ya a estas alturas un director como Kieslowski.

15 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'No matarás'

Krzysztof Kieslowski, junto a su ya guionista habitual Krzysztof Piesiewicz, prepararon diez episodios para televisión de su particular versión del Decálogo de los mandamientos. Inicialmente la idea era que cada episodio lo realizara un director diferente, reservándose Kieslowski la realización de dos de ellos. La idea no se pudo llevar a cabo y finalmente fue él mismo quien dirigió los diez episodios y, eso sí, pudiendo obtener más dinero para realizar la ampliación de dos de ellos, para poder estrenarlos en cine y así tener mayor alcance y repercusión. Tanto en este artículo del ciclo como en el siguiente, hablo de estas dos películas.

NO MATARÁS
Krótki film o zabijaniu, 1988


Lo primero que llama la atención de No matarás (película que obtuvo el Premio del Jurado en el festival de Cannes, entre otros muchos premios en otros festivales, y que es una adaptación para cine del quinto mandamiento del Decálogo de Kieslowski) es la saturación de colores y filtros usados para resaltar personajes, calles o situaciones. Se trata de una estética que también se puede apreciar en otros grandes autores europeos como Aki Kaurismaki, Lars Von Trier o Jean-Pierre Jeunet, por ejemplo.

Lo siguiente en lo que el espectador se fija es en que parece ser una película con tres historias diferentes: la de un joven que vagabundea sin motivo aparente por las calles de Varsovia, la de un abogado recién licenciado, y la de un taxista. Al poco rato ya uno se da cuenta de que estas tres historias se van a cruzar, corriendo cada una de ellas una suerte diferente.

12 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'Sin fin'

SIN FIN
Bez konka, 1984
En ese momento (...) que la Ley Marcial [en Polonia] fue una verdadera derrota para todos (...) perdimos la esperanza, una vez más, y la generación a la que pertenezco no volvió a levantar la cabeza, (...) intentó aparentar que todavía tenía alguna energía y esperanza pero yo nunca más creí en la esperanza de nuestra generación. (1)

Primera colaboración entre Krzysztof Kieslowski y el guionista que a partir de ahora será habitual suyo: Krzysztof Piesiewicz. Si bien a principios de los años ochenta, Kieslowski ya había ganado prestigio internacional, la Ley Marcial que se impuso en Polonia en 1981 no ayudó a que tanto él como otros artistas polacos desarrollaran su obra con total libertad (2). En el caso concreto de Kieslowski, sus películas tardaban en estrenarse y, además, cuando lo hacían recibían críticas por todos lados, desde la oposición al régimen, e incluso la Iglesia Católica.

9 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'El azar'

EL AZAR
Przypadek, 1981
El azar ya no es una descripción del mundo externo, sino más bien del interno. Es una descripción de los poderes que intervienen en nuestro destino, que nos empujan hacia un lado o el otro. (1)

Hay muchas películas a lo largo de la historia del Cine que juegan con el "¿y si...?", y las diferentes posibilidades enmarcadas dentro de un hecho fortuito, y los tejemanejes del Destino. Ahí están la maravillosa La vida en un hilo (Edgar Neville, 1945), la olvidable Dos vidas en un instante (Peter Howitt, 1998), o incluso la adrenalínica Corre, Lola, corre (Tom Tykwer, 1998). La película que trato ahora aquí, El azar, sin duda se une a ese grupo, pues en ella lo que vemos es qué vidas puede llevar una persona en caso de alcanzar un tren perderlo. Elemento ese, el del tren, muy significativo para estos casos (también se encotnraba este medio de transporte en la película de Neville y en la de Howitt -aunque en la de éste era un metro).

6 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'El aficionado'

EL AFICIONADO
Amator, 1979

Una cámara de Super 8 para ir grabando cada mes a su hija recién nacida. Esa es la intención de Filip Mosz, el protagonista (encarnado por Jerzy Stuhr), aunque rápidamente se da cuenta de que lo que puede realizar con la cámara va más allá, convirtiéndose así en algo más que una pura afición. Se convierte en su vida.


Podría decirse que Mosz es un alter ego del propio Krzysztof Kieslowski y que El aficionado se trata de una película autobiográfica... pero no. En realidad, la vida de este personaje poco tiene que ver con la de Kieslowski, salvo en el aspecto de la realización de documentales, tan del gusto del personaje y del director. Curiosamente, y respecto a esto, dos de los documentales realizados por Mosz que se ven en la película son dos de los proyectos que Kieslowski no llegó a realizar. Además, como ya he comentado con anterioridad en este ciclo dedicado al director polaco, algunas  de sus películas ponían en situaciones altamente comprometidas a sus protagonistas (a los actores que los interpretaban, mejor dicho), cosa que Kieslowski no deseaba en absoluto, siendo ésta una de las principales causas por las que dejó el género documental. Ética profesional que se refleja perfectamente en esta película, convirtiéndose así en una forma inteligentísima de seguir siendo fiel a sus propios orígenes y a lo que hasta ese momento tanto le seguía interesando.

3 de diciembre de 2019

Casi todo Kieslowski: 'No lo sé' + 'Siete mujeres de diferentes edades' + 'La estación' + 'Cabezas parlantes'

En esta ocasión vengo a comentar tres cortos y un mediometraje, que aunque alguno de ellos no tenga demasiado para comentar, deja ver las ganas que Kieslowski tenía por captar la realidad con la cámara, ejerciendo de documentalista y mostrando aquello que pasa no por delante de sus ojos, sino por los de sus protagonistas, con sus ideas, ya que el director perseguía también recoger las ideas de quienes tenía delante.

NO LO SÉ
Nie wiem, 1977

Un hombre hablando durante casi cuarenta y cinco minutos, contando su historia laboral, cómo llegó a la dirección de una empresa y cómo lo destituyeron, comenzando así su caída en picado, no sólo profesionalmente, sino también personalmente.