8 de septiembre de 2022

David Cronenberg: Stereo (1969)


Seis personajes son reunidos en un instituto de parapsicología canadiense para ser cobayas en un experimento que intentará analizar la relación entre la telepatía y el erotismo o el deseo sexual. Todo ello unido a drogas y a alguna explosión de violencia hará que el doctor encargado de esto, Stringfellow (un personaje al que nunca se ve y del que poco se sabe... es decir, un científico loco en toda regla) sea capaz de sacar sus propias conclusiones. El espectador asistirá a la narración (con voz en off continua) de los hechos que en aquel estudio sucedieron.

Si bien la película cuenta un experimento muy peculiar, la película también es tal. David Cronenberg en su primera película abraza el cine experimental, pero dejando ver, en principio algo por encima (pues ya tendrá años para profundizar en ello) esos temas que tanto nos gustan a los aficionados a su cine: Organismos, sexo, temas de la mente. Biología, ciencia, carne, anatomía, fisicidad...


Stereo está rodada en 35 mm y con una fotografía en blanco y negro que resalta mucho el grano, cosa que interesaba a Cronenberg para esta historia turbia y experimental, que no hace sino destacar en esos planos generales en los que se ve el instituto desde el exterior (que no son muchos), o los rodados en interiores, de forma que logra crear cierta angustia (techos bajos, largos travellings entre pasillos, incluso algunos primeros planos de personajes). Respecto a rodar en 35 mm, como curiosidad se puede decir que Cronenberg optó por la voz en off (y los sonidos insertados en el caso de su siguiente película) porque la cámara de 35 mm hacía mucho ruido a la hora de rodar.

Y en cuanto a los edificios brutalistas, siendo tan llamativo este tipo de arquitectura, a lo largo de los años nos daremos cuenta de que es algo que Cronenberg seguirá teniendo muy en cuenta para muchas de sus películas posteriores.

Como decía al principio, se nos va narrando continuamente y sin ningún tipo de diálogo lo que sucede en pantalla (aunque en muchas ocasiones quizá lo narrado no parezca coincidir con lo que se ve en las imágenes), y esto dota a la película de un tono de reportaje muy curioso.


David Cronenberg, ya con esta su primera película, se convirtió en autor: Se encarga del guion, de la producción, de dirigir, y también del montaje y de la fotografía. Siendo un admirador declarado de Ingmar Bergman y de su cine, hay en Stereo algunos planos que parecen recordar al director sueco, especialmente al inicio con el personaje principal llegando con una capa que le da un aire gótico muy peculiar y que hacen ver muy bien varios de los conceptos que el canadiense quería mostrar, y que irá consiguiendo con cada película que realice.

Stereo, al igual que su siguiente película Crimes of the future, no es una película fácil de ver. Sin duda hará falta un esfuerzo por parte del espectador para entrar en el mundo de un director que empieza ya a despuntar de forma bastante potente, teniendo muy claros los temas que le interesan y que, como decía antes, seguirá desarrollando sin perder un ápice de autoría.




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