SECCIÓN OFICIAL
Cinco años después de haber recibido una mención especial en
la sección New Directors con su primera película, Matar a Jesús, Laura Mora
vuelve al Zinemaldi para presentar en la Sección Oficial Los reyes del mundo,
una película que vuelve a explorar y a mostrar una Colombia que ella sin duda
parece conocer bien.
En Los reyes del mundo seguimos a cinco amigos de la calle,
de Medellín, donde uno de ellos recibe en herencia de su abuela una tierra que le
fue expropiada. Con esto, los cinco amigos emprenden un viaje para llegar a esa
casa, a esa tierra prometida, a ese sueño que ansían tanto desde sus calles y
vidas de mala muerte. Porque estando donde están y viviendo donde viven, lo más
frecuentado es la muerte.
Laura Mora realiza un excelente trabajo de dirección, cosa
que ya apuntaba en Matar a Jesús, moviéndose muy bien entre esas selvas
comentadas y permitiendo con su cámara que nos acerquemos a los personajes
cuando hace falta hacerlo. Además, toda la película tiene un aire de misterio,
magia, fantasía (sobre todo esto último) que hacen a la película muy especial.
También tiene cierto deje postapocalíptico, como bien demuestran las imágenes
iniciales de la película con ese Medellín tan solitario en un principio que
cuando menos te das cuenta, aparece el bullicio, el peligro, las bandas, la
droga y la delincuencia. Todo realizado con unos travellings muy buenos.
Respecto a las imágenes del final, vuelve a repetirse el tono, haciendo que uno
se acuerde de películas como Mad Max (esa gente perteneciente a las mafias
buscadoras de oro, apareciendo sobre una pequeña colina, de uno en uno en un
plano increíble que le deja a uno sin habla… porque además se atisba cómo va a
acabar todo).
Respecto a la magia, la fantasía y el misterio, es imprescindible
comentar lo que probablemente sea el mejor momento de la película: los chavales
llegan a una casa en medio de la nada, donde les reciben una pareja de amables abuelillos,
que les advierten del peligro de la zona a la que se quieren dirigir, cuando
acto seguido la cámara procede a introducirse en la casa donde vive la pareja…
Y vemos que no hay nada, que son ruinas, que no hay vida. Claramente, son unos
fantasmas que avisan a los chavales de lo que les espera. Todo eso realizado en
un silencioso plano secuencia (sólo se escucha la selva) que te deja sin habla.
Pero además de todo lo comentado, la película es muy cruda,
y muestra una realidad terrible de Colombia, con un claro discurso político y
social, con una apelación a reclamar lo que le pertenece a uno por derecho
propio, a luchar por ello siempre, aunque eso no tenga otra solución que la
muerte. Esto es algo que ya se veía también en Matar a Jesús, pero aquí se
refleja de manera mucho más clara, habiendo incluso algunas secuencias (aparte
del final) donde se ve a alguno de los personajes levantando el puño en alto
frente a una barricada ardiendo, antes de que la gente se lance a por él,
simbolizando la represión vivida por todo un pueblo de una forma que no deja
lugar a dudas.
En definitiva, puede que Los reyes del mundo no sea una
película redonda, y puede también que se haga larga en algunos momentos (cosa
que sucede con muchas road movies), pero la dirección de Laura Mora es
fantástica, desenvolviéndose muy bien y mostrando unos personajes con los que se
empatiza, con los que se comparte discurso, y a los que se quiere ver llegar a
su sueño final, cueste lo que cueste.
Para mí, clara candidata a obtener la Concha de Oro a la
mejor dirección.
PD: Los reyes del mundo hace un díptico perfecto con otra película colombiana presentada en Horizontes Latinos: La jauría, de Andrés Ramírez Pulido. Otra película donde se muestra una Colombia que no es precisamente un paraíso.
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