Es un año muy raro para todo el mundo, pero el Zinemaldia ha salido adelante y ahí seguimos con ello... se han quitado muchas actividades y eventos durante estos días para intentar evitar una mayor expansión del coronavirus, pero una de las cosas que no faltan son las galas. Este año son grandes representantes de eso que se llama glamour ya que es donde éste se podrá ver y lucir, al no haber alfombras rojas tal y como las conocíamos.
Una de las galas celebradas estos días ha sido la habitual del Cine Vasco, cuyas presentadoras han sido las jóvenes actrices Aia Kruse (vista en la película Handia o más recientemente en la serie La línea invisible) y Jone Laspiur, a quien este año se puede ver en varias películas en el Zinemaldi, como por ejemplo en Ane (en la sección New Directors) o en Akelarre (Sección Oficial). Ambas actrices, de gala, podrían ser la imagen del día... Pero no. ¿Cuál será, pues?
Primero, veamos la imagen que podría haber sido pero no lo es:
Aia Kruse y Jone Laspiur a su salida del hotel María Cristina
Como decía, no es esa la imagen que quiero destacar, así que veamos cuál es...
TABACO Y DISTANCIA DE SEGURIDAD
En la imagen vemos a parte del equipo de la película lituana Sutemose (In the dusk): De izquierda a derecha, a Simona Venckauskaite (ayudante de dirección), Sarunas Bartas (director) y Alina Lu (también asistente de dirección y montadora).
Quiero destacar esta imagen como imagen del día porque me ha hecho mucha gracia el hecho de que nada más salir de la rueda de prensa de presentación de su película de Sección Oficial, se pusieron a fumar, apartándose bastante y además manteniendo la distancia de seguridad. Los invitados también respetan todo esto, sólo faltaba que no fuese así. Además el hecho de verles así, como cualquier otra persona, es parte de lo que me hace gracia y lo que me gusta ver estos días en el Festival de Cine. Vale que no son gente "famosa" (de esa que tiene siempre hordas de gente detrás para sacarse una foto o conseguir un autógrafo), pero aun así al ser invitados, pillarles a lo casual es algo que me gusta.
Por cierto, que en lo que a la película respecta, mucha gente la pone fatal, y no es para tanto ni mucho menos. Es una película lituana y al igual que comentaba en el texto sobre Chupacabra, esta tiene un ritmo especial, muy pausado, unos diálogos que puede parecer que no van a ningún lado pero que son muy potentes, y además acaba la película y no sabes muy bien qué decir, pues tienes el alma en los pies al no dejar lugar a la esperanza... Me arriesgo a decir que es una de las películas a reivindicar de este año en el Festival. No será una obra maestra, pero sí tiene ciertas cosas para mostrarme a favor de ella.
¡A txiflar!
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