19 de septiembre de 2020

Zinemaldia 2020 - La imagen del día (I)


Es un momento difícil a nivel mundial, por culpa de la pandemia provocada por el coronavirus. Pero algunos festivales de cine han apostado por seguir adelante, pese a todo, pues como ha dicho el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, es hora de ver el cine en las salas, es hora de apostar por ello. El Festival de Cine de Donostia-San Sebastián ha puesto toda la carne en el asador, como la han puesto anteriormente los festivales de Toronto, Venecia o Málaga. En Venecia los directores de ocho de los festivales de cine más importantes del mundo se juntaron e hicieron un manifiesto a favor de los festivales, y del cine en salas. Es cosa de todos, pero es, pues, hora de ir a los cines y de disfrutar de la cultura. 

Pero para ello hay que hacerlo con seguridad, y el Zinemaldi ha impuesto muy sabiamente una serie de medidas que todo el mundo debe cumplir si no se quiere tener ningún disgusto. Además de esas medidas, han hecho recomendaciones, y una de ellas es la del llamamiento a la gente para no acercarse ni agolparse en las cercanías del hotel María Cristina o del Kursaal, para ver las llegadas o los paseíllos por la alfombra roja de las invitadas e invitados que acudan al festival. Esta medida, por tanto, afecta a gente que, como yo, es aficionada a coger autógrafos y a pasar horas a la espera del famoso de turno... Esta vez no va a poder ser, porque como digo, toca ser responsable. Si no se puede, no se puede. Pero se podrá. Si entre todos lo hacemos bien, el año que viene puede que todo haya pasado y todo pueda volver a cierta normalidad.

Con todo esto, la imagen del día es...


Una zona donde habitualmente muchos solemos estar esperando, a la caza de famosos y pendientes de llegadas o salidas... Vacía, y numerada. Los fotógrafos podrán estar ahí, manteniendo las distancias de seguridad. Nadie más estará por ahí este año. Pero los aficionados a las rúbricas... Este año no toca.

Otra imagen muy elocuente de cómo está el asunto es la alfombra roja en el día de la inauguración (los demás días estará igual, obviamente): vacía. Sólo podían estar en la zona vallada los reporteros gráficos. Y nada de gente, ninguna persona, ningún curioso... Y si lo había, enseguida le llamaban la atención.



Es todo muy extraño, pero hay que celebrar que la mayor fiesta del cine en Donosti se pueda celebrar. Toca disfrutar de las películas y arrimar el hombro con esa responsabilidad tan necesaria.


No hay comentarios:

Publicar un comentario