PERLAK
El director australiano Warwick
Thornton tiene ya en su haber unos cuantos productos, entre
videoclips, series de televisión y películas. Pero se ha dado el
caso de que aún no ha “salido” de Australia, es decir, no se ha
dado a conocer al gran público con algo que destaque especialmente.
Su nueva película, The new boy, participó en la sección Una
cierta mirada de Cannes, y tiene la participación nada menos que de
la diosa Cate Blanchett en su reparto, con lo que quizá esta sea su
gran oportunidad. ¿Lo es? Sigue leyendo, a ver...
The new boy nos cuenta la historia de
un chaval de unos nueve años, un aborigen huérfano que no se deja
“cazar” por nada ni por nadie, un rebelde solitario sin
domesticar, hasta que finalmente si lo cogen y lo llevan a un
monasterio/orfanato regentado por unas monjas, siendo el personaje de
Cate Blanchett la madre superiora, y con otros niños de su edad como
compañeros. En los días que pasará en el orfanato, veremos cómo
es la vida ahí y, sobre todo, la vida del niño, del que nunca
sabremos su nombre, que parece tener algún tipo de poder especial.
Con ese poder que tiene el niño, el
espectador se queda con la mosca. No se explica de dónde viene, pero
quizá sí se vea cómo se puede ir, y es aquí precisamente donde
tenemos lo peor de la película: lo explícito de ese mensaje, que
podemos decir que quizá no sea anticatólico (aunque el catolicismo
es la religión que profesan en el monasterio), sino
anti-imposiciones. Quizá habría sido más bonito ver qué
explicación puede tener ese poder, o de dónde viene el niño. No
soy partidario de que me expliquen todo, pero en este caso creo que
se queda todo a medio camino.
Lo mismo creo que sucede con la madre
superiora: No se termina de entender su comportamiento en muchos
momentos. Se hace ver cómo gestiona algunas cosas para el devenir
del orfanato, pero tampoco se sabe muy bien qué ha pasado con un
personaje ausente que parecía ser el regente del lugar. ¿Era un
cura? ¿Qué relación tuvieron? ¿Puede ser que ella tuviera algo
que ver con que él no esté y toda la película versa sobre su
arrepentimiento? No se explica nada bien, y a veces hacerse más
preguntas de lo normal con una película (que no es del estilo de
hacerse preguntas, como es el caso), no le hace nada bien.
Todo eso, añadido a un trozo final
algo precipitado, hace que la película no consiga ser lo que parecía
iba a ser desde un principio. Y es que el principio es abrumador en
cuanto a fotografía. Los paisajes australianos brillan en la
pantalla increíblemente bien (la fotografía está hecha por el
propio director, siendo además este trabajo el habitual para él
también en todas las cosas que ha realizado), apoyados con momentos
de ralentí que hacen que abramos la boca y nos entren ganas de viajar
mañana mismo a Australia... Y claro, la presencia de Cate Blanchett,
que sabe mirar como pocas actrices lo hacen, y aunque como digo,
quizá no se entienda bien a su personaje, verla a ella actuar e
intentar que sí la comprendamos, es un plus añadido. Pero... no es
suficiente.
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