Charles Band (con micrófono) y Chris Endicott (derecha) presentando The Primevals en Sitges |
En 2019 tuvo que venir uno de los creadores de los efectos especiales que había participado en la película en aquellos años, Chriss Endicott, para decir a Band que debían seguir con la película, y finalizarla. Mejorarían los efectos y terminarían todo lo que había quedado incompleto. Se pusieron manos a la obra, y casi cinco años después, por fin terminaron el trabajo. Hay que decir que el resultado luce absolutamente espectacular. Y los efectos especiales, sin duda lo mejor de la película, son tremendos, únicos. No voy a decir que inmejorables porque la sombra de Ray Harryhausen es muy alargada y nadie podrá hacer nada como lo que él hacía, pero lo que se ve en The Primevals deja con la boca abierta. Los movimientos de los yetis y los alienígenas son casi perfectos, y su combinación con las imágenes reales, con los actores de carne y hueso, es fabulosa. Esto, mezclado con unos decorados que también son fantásticos y que dan el pego perfectamente (obviamente de cartón piedra, pero muy bonitos), hace que el resultado final sea una maravilla y una auténtica gozada para el espectador.
La película tiene un inicio genial, para dejar obnubilado al espectador con sus efectos especiales, para luego tirarse un buen rato con conversaciones entre los personajes e imágenes de ellos en su viaje por Nepal en busca del yeti, como si de la comunidad del anillo, en El señor de los anillos se tratara... Es ahí donde quizá se pierde un poco la película, pero en cuanto llega su tercer acto, la parte final, todo se convierte en una fiesta, donde el espectador abrirá los ojos todo cuanto pueda para flipar con esos efectos increíbles en stop-motion y la culminación de la aventura de todos los personajes. Creo que era Cecil B. DeMille quien decía que las películas había que empezarlas por todo lo alto, y luego ya podías bajar el nivel cuanto quisieras, pues ya le habías atrapado hasta las trancas... The Primevals cumple eso con creces, y sin ser una película redonda ni mucho menos, cumple su cometido por completo y hace que añoremos aún más a gente loca haciendo cosas como las que hacían la Empire primero y después la Full Moon.
A continuación pongo el vídeo de presentación de la película en el festival, ejerciendo de presentador Xavi Sánchez Pons:
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