Muchas gracias por venir al cine
El Zinemaldia tiene más secciones que las ya comentadas en anteriores artículos, como Sección Oficial, Perlak o New Directors. A saber: Horizontes Latinos (centrado en cine latinoamericano, que este año no ha tenido demasiada representación debido a problemas de rodajes y de producciones paradas por culpa de la pandemia), Zabaltegi-Tabakalera (donde entran películas en cualquier formato o duración, es la sección más "radical" pero muchas veces con cosas interesantísimas), alguna proyección especial como las de RTVE, Zinemira (que incluye producciones vascas) o Made in Spain (películas españolas en estreno o ya estrenadas en salas comerciales a las que dan una oportunidad de ser presentadas en el Festival... a esta sección le ha ocurrido también lo del tema pandémico, que quizá no ha llegado a tener la representación de otros años). También incluyo aquí la película sorpresa.
En este artículo voy a hablar de las películas que he visto de esas secciones, ya que al no ser tantas por separado, quedarían artículos pequeños (no es porque considere que no son secciones importantes dentro del Festival, ni mucho menos). Así que sin enrollarme más, paso a comentar brevemente las películas vistas en estas secciones. De nuevo, si de alguna película ya he hablado en algún otro artículo de ¡A txiflar!, pondré únicamente el enlace a dicho artículo.
El prófugo (Natalia Meta). Horizontes Latinos. Interesante película que no sabes exactamente nunca hacia dónde va a tirar. Primero parece un drama de autoayuda (la mujer que no sabe cuál es su sitio en la vida y que quiere aprender a encontrarlo), luego se vuelve una película de misterio (personajes que aparecen y desaparecen y se comportan muy extrañamente), también tiene aires de giallo... Todo eso la hace bastante loca e irregular, pero al final, y aun teniendo en cuenta que quizá no deja de tener eso de la autoayuda que he comentado, acaba resultando estimulante, con esos colores y especialmente la actriz protagonista, Érica Rivas.
El Drogas (Natxo Leuza). Zinemira.
Ver reseña de la película.
Escenario 0 - Hermanas (Pascal Rambert y Diego Postigo). Made in Spain. Nadie tiene dudas (o no debería tenerlas) sobre que Bárbara Lennie e Irene Escolar son dos actrices absolutamente fuera de serie. Por ello, verlas en acción sobre un escenario tiene que ser una de las experiencias más enriquecedoras que pueda haber para un espectador.
Ahora bien, quiero recalcar eso de "sobre un escenario"... pero en un teatro. Porque verlas hacer eso, sobre el escenario, pero en formato película, con planos y contraplanos, etcétera, mientras sus dos personajes no paran de gritarse y de echarse mierda una sobre la otra (interpretan a las hermanas del título, que no se soportan), lo que es a mí, me acaba cansando mucho.
En el teatro, donde ellas son también las actrices, tiene que ser una bomba, pero en película no le terminé de ver el sentido. Hay películas contadas así que me han atraído bastante más que esta. Y me parece una pena, porque como digo, Lennie y Escolar son increíbles.
Todos os mortos (Caetano Gotardo y Marco Dutra). Horizontes Latinos. Película que me resultó insufrible. En el Sao Paulo brasileño de 1899 vemos cómo la esclavitud se ha abolido y los cambios en la ciudad se van acelerando y modernizando todo, sin que los personajes principales logren acostumbrarse a dichos cambios. Lo único bueno que saco de la película es cierto toque fantastique relacionado con los muertos que no encuentran su lugar y están en el presente deambulando sin tener muy claro qué hacer. Lo demás, lo dicho: insufrible en ritmo y en todos los demás aspectos.
Sentimental (Cesc Gay). Proyección especial RTVE. En las películas de Cesc Gay siempre hay personajes hablando con mucha naturalidad. Esta película no iba a ser menos, ¿y cómo no van a hablar si está basada en la obra de teatro del propio director? Se cuenta la relación entre un hombre y una mujer, casados, ya sin relación entre sí (quince años juntos) y lo que sucede cuando sus vecinos, quienes tienen unos gustos bastante peculiares, son invitados por la mujer a cenar.
Los diálogos empiezan flojos, demasiado teatrales para mi gusto, para continuar por un camino hilarante que los actores han sabido atrapar y manejar muy bien, para terminar con cierto toque que hace homenaje al título de la película: Sentimental.
Me resultó imposible no acordarme de Un dios salvaje (genial película de Roman Polanski que adaptaba la obra de Yasmina Reza), al tratarse de dos parejas hablando en su casa, echándose mierda de vez en cuando entre unos y otros, saliendo de vez en cuando al rellano para luego volver a entrar... La temática es muy diferente en ambas películas (¿o no?) pero la esencia de los cuatro personajes puede que tengan bastante en común.
Autoficción (Laida Lertxundi). Zabaltegi-Tabakalera (cortometraje). Voy a ser radical y procuraré no extenderme: Una tomadura de pelo. Nada más que decir.
Fauna (Nicolás Pereda). Zabaltegi-Tabakalera. Un chico y una chica, actores, van de visita a casa de los padres de ella. Allí se sucederán momentos surrealistas que tienen su gracia durante un rato. Luego acaban cansando. Desconozco el resto de la filmografía del director Nicolás Pereda, y aunque aquí mantiene bien la cámara, creo que este es uno de esos casos donde se necesitaría mejorar el ritmo, porque no le falta gracia al guion, pero claro, si consigues que el espectador desconecte al rato de haber presentado a los personajes, diría que algo no se está haciendo bien.
Edición ilimitada (Edgardo Cozarinsky, Santiago Loza, Virginia Cosin y Romina Paula). Horizontes Latinos.
Ver reseña de la película.
Sportin' life (Abel Ferrara). Película sorpresa. Efectivamente, fue toda una sorpresa que el Festival proyectara esta película. Todo el mundo esperaba algo del estilo de Joker, como el año pasado, es decir, algo que más o menos pudiera provocar cierta unanimidad en el público... Pues no, van y se plantan con esta película radical en forma y fondo, muy del estilo de su director, alguien que en los noventa era muy admirado por un servidor y que le perdió algo la pista hasta recuperarlo hace pocos años.
El caso es que Ferrara se marca un documental muy loco, sin sentido narrativo alguno, en el que reflexiona sobre su propia obra, sobre el cine en general, y sobre la situación de pandemia mundial que estamos viviendo. Toma ya. Mientras el director montaba un trabajo que tenía en la cabeza y ya casi preparado, tras pasar por el Festival de Berlín, llegó la pandemia y tuvo que cambiar lo que tenía en mente por lo que ha resultado siendo esta película. En ella vemos trozos de diferentes entrevistas que le hicieron en Berlín, trozos de conciertos donde él toca con amigos suyos, y noticias o testimonios sobre la evolución del coronavirus a nivel mundial o más concretamente en Estados Unidos.
La película dura poco más de una hora, pero perfectamente podía haber durado lo que Abel Ferrara quisiera. Como si son cuatro horas más... El caso es que creo que no cabe duda de que este director sigue siendo un alma totalmente libre en el mundo del cine, que hace lo que le viene en gana, y que con todo eso termina saliendo bien parado. Eso sí, no es una película que vaya a gustar precisamente a mucha gente...
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