PERLAK (inauguración)
Personalmente creo que Jacques Audiard es uno de los mejores y más versátiles directores europeos que hay en la actualidad. Lo mismo te hace un
noir carcelario como
Un profeta (2009, película que ya reseñé
aquí tras su paso por esta misma sección en el Zinemaldia), o se pasa al drama con
De óxido y hueso (2012), o al western con
Los hermanos Sisters (2018)... Su último trabajo resulta ser una propuesta tremendamente original en forma, fondo y contenido. Y si no original (porque siempre habrá alguien que diga eso de “esto ya lo hizo antes X director”), sí resulta sorprendente y sin duda, estimulante. Jacques Audiard dirige
Emilia Pérez.
El argumento de Emilia Pérez, en líneas generales, viene a contar la historia de una buena y nunca bien reconocida abogada (Zoe Saldaña) que es contratada por un narco muy importante y temido para realizar cierto tipo de tareas vitales para él. Al aceptar el trabajo, sus respectivas vidas darán un vuelco total, tomando direcciones completamente diferentes a las que estaban siguiendo. Una de las direcciones implica una nueva vida encontrada casi por azar, con dinero y lujo, y la otra dirección lleva a una vida que siempre fue anhelada y deseada. Sobre todo deseada, pues de eso trata buena parte de la película que se recalca en varios momentos del film: el deseo. Pero no de un deseo carnal, por decir un tipo de deseo, sino de aquel que a muchos (a todos, en realidad) nos mantiene vivos día a día, ese sueño en el que siempre pensamos, eso que queremos a toda costa. Ahora bien, ¿qué pasa al conseguirlo? Si se saben tocar las teclas adecuadas, todo irá sobre ruedas, pero siempre existen riesgos...
Emilia Pérez es una fabulosa película que trata el tema LGTBI+ con mucha sensibilidad, siendo esto quizá algo llamativo, al estar contada durante buena parte del metraje en forma de thriller. Pero claro, Audiard es un gran director y sabe dotar a toda la película de grandes momentos que enternecen y emocionan, que hacen entender a ese personaje que tan necesario ve poder vivir su vida tal y como quiere vivirla. Hay monólogos y personajes que dialogan, iluminados y enfocados de tal forma que hace que uno se olvide de que viven en una sociedad violenta y corrupta, fijándose en el interior de cada personaje, en ese deseo que comentaba antes, que tan dentro llevan.
Habrá quien piense que Emilia Pérez es una película irregular, quizá porque lleva varios géneros dentro, incluyendo además una crítica social bien clara a cómo se encuentra México y lo violento que es el país, la desidia por parte de las autoridades para sacar a la luz ciertos temas dolorosos... Pero claro, el tema estrella es la transexualidad, que no me cansaré de decirlo, lo trata de forma excelente, ayudando también con ello a criticar muchos comportamientos de la sociedad, dejando ver el miedo que aun a día de hoy la gente trans sigue teniendo en muchos aspectos sola y exclusivamente por el estigma que se les ha impuesto, debido a su condición. Emilia Pérez es un gran alegato a favor de las personas trans y LGTBI+ para que puedan decidir ser lo que quieren ser sin tener que estar mirando continuamente hacia todos lados, y poder vivir en paz. Y todo ello, como digo, mezclando géneros de una forma que no molesta en ningún momento y manejando la cámara a su antojo, cambiando la iluminación (importantísima) y la escenografía una y otra vez, para luego volver al escenario original, según se van moviendo las actrices.
Hablando de las actrices, ellas merecen un comentario especial. Tanto es así que en el pasado Festival de Cannes las tres fueron merecedoras del premio a la mejor actriz, compartiendo el galardón. Por un lado tenemos a Selena Gómez como la mujer del narco, quien está fantástica y casi hasta irreconocible, llamando la atención escucharla hablar en español (aunque quizá haya veces que no se le entienda tan bien). Después tenemos a Zoe Saldaña, quien nos tiene acostumbrados a verla en grandes producciones americanas como Guardianes de la galaxia y sus secuelas de Marvel, o las Avatar de James Cameron... Aquí, como Gómez, también sorprende, porque se aleja muchísimo de todo lo anterior, llenando la pantalla en no pocas ocasiones, y haciendo gala de unas grandes dotes de baile que redondean su actuación. Y por último la gran sorpresa (al ser la menos conocida): Karla Sofía Gascón. La actriz española lo da todo y realiza una actuación memorable, llegando a emocionar con varios de sus momentos y logrando que los espectadores empaticemos con ella al cien por cien.
Para acabar, como curiosidad, me gustaría comentar que hay un momento que tanto Emilia Pérez como Los hermanos Sisters tienen en común. Te dejo a ti, querida lectora, querido lector, buscar a qué momento puedo estar refiriéndome (una pista: sucede de noche). Ah, y en otra ocasión hay algún plano concreto (precioso) que parece rodado por Pedro Almodóvar.
En definitiva, Emilia Pérez es una película que a pesar de la crudeza de la historia que se nos cuenta y de varios de sus momentos, es altamente sensible y sorprendente, donde aparte del gran trabajo de Jacques Audiard, es obligatorio destacar a sus tres actrices protagonistas, que lo dan todo siendo conscientes de la gran historia en la que están implicadas con esta fascinante película, que por si fuera poco y para redondear el asunto, tiene elementos de tragedia clásica con sus habituales elementos: Amor, oscuridad, traición, redención, muerte.
Me quedé sin entrada para Audiard, pero la veré en cuanto pueda.
ResponderEliminarUno de mis directores favoritos.
Otro director que también hace siempre cosas diferentes, como Ozon, o como Isaki Lacuesta. A mí también me encanta, y estoy deseando saber qué te parece "Emilia Pérez" cuando la veas. A día de hoy, creo que es mi segunda mejor peli del año (la primera, por si te lo preguntas, es "La sustancia")
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