Este año la de los Oscar ha sido una noche histórica para los premios y para el Cine en general, al haber ganado una película no americana varios de los premios gordos de la noche. Concretamente cuatro, de los seis a los que optaba. Ha sido toda una sorpresa, muy de agradecer, pues para quien esto escribe, esta película, Parásitos, es una obra maestra.
Venga, a ver qué es lo que hace que el año que viene vaya a ver con ganas, una vez más, la gala de los Oscar:
1.- Actuación musical de inicio. Como un año más no hay presentador en la gala, a los organizadores se les ha ocurrido meter una canción más larga de lo habitual, con algunos toques relacionados con las películas nominadas y, curiosamente, este año también con menciones y recuerdos a películas olvidadas en los premios, como es el caso de Nosotros, de Yo soy Dolemite o de Midsommar, que alguna que otra nominación ya podrían haber tenido... La encargada de cantar la canción, llena de ritmo y movimiento (Come alive es el título de la canción), fue Janelle Monáe, a la que yo desconocía pero que me ha causado muy buena impresión. Además, es muy divertido ver a algunas grandes estrellas disfrutar e incluso cantar un poco (bueno, Leonardo DiCaprio lo hace con la boca pequeña, pero un tarareo ya suelta). A continuación puedes ver el vídeo de esta actuación:
2.- Steve Martin y Chris Rock. Dos actores que ya han sido presentadores de la gala en años anteriores y que, si la memoria no me falla, salieron bien parados. En esta ocasión, al no haber quien condujera la noche, se limitaron a hacer una especie de monólogo a dos voces, mencionando a parte de los grandes presentes en el teatro. Algunos de sus chistes, como era de esperar, no dejaron títere con cabeza (dentro de lo que la corrección de la noche requería, claro), y lanzaron pequeñas flechas sobre Scorsese, sobre los negros, sobre la falta de vaginas nominadas e incluso sobre Jeff Bezos, el jefazo de Amazon y el tipo más rico del planeta, que estaba entre el público. Una gran aportación a la noche, sin duda. Lástima que fuera al principio y durante la noche no hubiera gran cosa más que se le pareciera.
3.- Brad Pitt. Este actor tan carismático (oighs, y tan guapo) por fin gana un Oscar. Hay que puntualizar que el Oscar es como actor (concretamente de reparto, por Érase una vez... en Hollywood), porque ya tiene la estatuilla obtenida en 2012 por ser el productor de 12 años de esclavitud, la vencedora de aquel año. Su papel de Cliff Booth en la película de Quentin Tarantino es único, y le aporta precisamente todo ese carisma que él tiene. Reconozco que prefería que ganase Joe Pesci por El irlandés, pero que lo tenga Pitt no está nada mal tampoco. Es un tío grande y está muy bien ver que es reconocido con semejante premio.
4.- Maya Rudolph y Kristen Wiig. La vis cómica de estas dos formidables actrices está más que demostrada con sus apariciones en películas y series. Sobre el escenario del teatro de los Oscar dejaron una vez más muy claro que no tienen fin y que no les importa hacer el idiota antes miles de personas, lo cual es muy de agradecer. Fueron de lo más divertido de la noche con sus imitaciones de voces, sus cánticos chorras y sus reivindicaciones para hacer cualquier tipo de papel. Como para no quererlas. El año pasado, por cierto, Maya Rudoph también estuvo divertidísima en la gala. Aquí puedes ver su intervención.
5.- Reivindicaciones. La noche de los Oscar es uno de los mejores escaparates a nivel mundial para poder hacer cualquier reivindicación. Siempre que no se salga demasiado del discurso preferido de la televisión y la audiencia americana, claro... Este año, al igual que varios de los anteriores, uno de los temas más escuchados ha sido el de la falta de mujeres nominadas, el del feminismo y el de la necesidad de que las mujeres sigan esforzándose para tener la suficiente voz en el mundo del cine y en la vida en general. Una de las mejores representantes de la noche en este sentido fue la vencedora del Oscar a la mejor banda sonora original (por Joker), Hildur Guðnadóttir, quien en su discurso pronunció una de las mejores frases de la noche, haciendo un llamamiento a todas las mujeres: "¡Alzad la voz, necesitamos oíros!", con lo que el aplauso y la ovación generalizada fueron recibidos con total acierto y entusiasmo.
6.- Joaquin y River Phoenix. Y por fin subió al escenario fue uno de los grandes de la noche (y del Cine, en general), el premiado Joaquin Phoenix (por Joker). Todos esperábamos que diera un discurso reivindicativo (últimamente está muy involucrado con causas que van contra el cambio climático) y en ese sentido lo fue, pero lo más bonito de su discurso fue su parte final, cuando recordó a su hermano River, lamentablemente fallecido en 1993, con un futuro mucho más que prometedor por delante (quién sabe las grandísimas interpretaciones que nos habría dado de haber seguido con vida... ya lo estaba demostrando en aquellos años, pues madurando su trabajo habría podido ser excelso). Las palabras de Joaquin Phoenix, por supuesto emocionado al recordarlas, fueron: "Corre al rescate, y la paz vendrá después". Todo un momentazo. Puedes ver su discurso aquí.
7.- Olivia Colman. Justo inmediatamente antes de que Joaquin Phoenix subiera a recoger el Oscar, la flamante, maravillosa y excelente actriz ganadora del Oscar a la mejor actriz en 2019 por La favorita apareció en el escenario para entregar el premio al mejor actor. Antes de eso y de decir los nombres de los nominados, Colman tuvo un ratito para ella sola ante todo el mundo, permitiéndose unas pocas frases que resultaron ser de lo mejor de la noche, por ser inesperadamente divertidas (a esas horas de la noche ya no se puede uno esperar grandes cosas, pues suele ir todo muy acelerado). Me quedo con dos de esas frases, ambas en relación a su premio del año anterior: "Ganar un Oscar te envejece" y "El año pasado fue la mejor noche de mi marido" (dando a entender, claro, que tuvieron sexo a lo loco). Qué grande es esta mujer.
8.- Jane Fonda. El premio gordo de la noche, el de la mejor película, lo entregaba este año la mítica actriz Jane Fonda. Parece que los de la Academia de Hollywood le han cogido gusto a esto de que viejas glorias entreguen este Oscar. Lo bueno de todo esto es que Jane Fonda salíó a escena con su chal, o capa, roja, que es esa con la que siempre sale a protestar en las manifestaciones contra el cambio climático y donde es arrestada cada semana. Todo un gesto que la ennoblece, un discurso hecho sin palabras, con una simple prenda de ropa, que sólo la gente grande es capaz de hacer. Una vez más, bravo, y toda mi admiración por su valentía y dedicación a esas protestas.
9.- Hollywood pidiendo más a Corea del Sur. Cuando todos los coreanos del mundo (bueno, casi, al menos todos los presentes en el teatro de la gala de los Oscar) subieron al escenario al haber ganado el premio a la mejor película, tras unas breves palabras y como ya he contado en el artículo sobre las diez razones para no ver los Oscar el año que viene, los organizadores de la noche pensaron que era ya momento de cortarles el rollo y el discurso y dar paso a Jane Fonda, en un lateral del escenario, para que despidiera la noche. Dado que los coreanos se quedaron con la palabra en la boca, se notó un descontento general y entre el público, especialmente visibles los grandes de la primera fila (Tom Hanks, Penélope Cruz...) empezaron los vítores y las exclamaciones para pedir que les pusieran la luz, el micro, y que siguieran hablando. "UP! UP! MORE! MORE!" se escuchaba... Y ver a toda esa gente famosa dejando que alguien como Bong Joon-Ho y su equipo tenga su gran momento de gloria gracias a Parásitos, es otro de los grandes momentazos no sólo de la noche, sino de la historia de estos premios.
10.- Parásitos. La gran sorpresa de la noche. La gran triunfadora. La obra maestra del año. Evidentemente hay mucha gente que no opina así respecto a esto último, pero yo creo que sí. Esta película ha hecho historia en el cine, no sólo en los Oscar. Está siendo un bombazo taquillero (creo que nadie lo esperaba) llevando muchas semanas en cartelera, habiéndose también reestrenado en muchos cines y volviendo a llenar las salas. Es la película que todo el mundo quiere ver, y el sentir general es que es una gran película. Quién se lo iba a decir al bueno de Bong Joon-Ho, cuando presentó su película en Cannes (llevándose luego la Palma de Oro), que iba a llegar tan lejos. Es verdad que se han gastado muchísimo dinero en publicidad dentro de los Estados Unidos para poder estar en boca de todos, pero claramente es porque vieron que la película está gustando mucho más de lo esperado y que podían confiar en ganar los Oscar que han ganado, que son cuatro de los más importantes, siendo además la primera película que gana el Oscar a la mejor película internacional (antes llamado "película de habla no inglesa") y mejor película del año, además de mejor guión original y mejor director. Inmejorable, sin duda. También habría estado muy bien que se llevase el de diseño de producción, pero este premio fue para 1917 y eso no está mal tampoco.
Es una gozada ver al cine coreano tan arriba y tan en boca de todos. Por cierto, el discurso de Bong Joon-Ho al ganar la mejor dirección también fue de lo mejor de la noche, diciendo que siempre ha tenido como maestro a Martin Scorsese, y que Quentin Tarantino era uno de los que más había hecho por promover el cine coreano.
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