El mismo amor, la misma lluvia (1999), El hijo de la novia (2001), Luna de Avellaneda (2004). Estas tres películas de Juan José Campanella son las tres ocasiones en las que ha trabajado con el actor Ricardo Darín. Ahora ha llegado una cuarta. Se trata de El secreto de sus ojos y de momento suena como la gran favorita en todas las apuestas del Zinemaldi para llevarse la Concha de Oro.
En el reparto también se encuentra Soledad Villamil, actriz que también trabajó con el director y el actor en El mismo amor, la misma lluvia. Tanto en aquella como en esta la pareja protagonista desprende una química especial y fantástica que no falla y surte efecto, el espectador lo nota.
El secreto de sus ojos comienza con un personaje (Darín) que comunica a sus antiguos compañeros de trabajo (entre ellos se encuentra Soledad Villamil) que quiere continuar investigando un caso de asesinato que se cometió hace años, para poder escribir una novela al respecto. La noticia no es muy bien acogida pero poco a poco van saliendo detalles a la luz que hacen que la investigación tenga sentido.
Narrada prácticamente en un continuo flashback, además de la propia investigación que aporta un tono de thriller a la película, hay momentos para el romance, ya que desde el primer momento en el que los dos protagonistas se reencuentran descubrimos que algo hubo, o que algo pudo haber, entre ellos dos hace años. Las miradas entre ambos, los gestos mínimos y algunas palabras entrecortadas o que no quieren salir a la luz, nos lo confirman pero no nos dan detalles exactos de aquellos tiempos pasados.
El pasado nunca debe ser rescatado, de hecho en un momento de la película algún personaje lo menciona, alegando que no es conveniente por las consecuencias que ello pueda traer. Sobre eso versa la película y es la reflexión que uno debe hacerse tras acabar de ver el filme.
Con un metraje que para mi gusto es un poco largo pero con un guión realmente genial y en algunos momentos hilarante (con alguna que otra escena de comedia en toda regla), traslada al espectador dos historias: la de la investigación, en la que poco a poco se van aportando pistas para llegar hasta el final (con giro inesperado pero lógico incluido), y la de la relación entre los dos personajes principales.
Además, se nota que Juan José Campanella tiene kilometraje hecho: está muy bien realizada, se maneja muy bien el hombre. Da la impresión de que el propio Campanella también quiere llegar a saber cuál es la solución del misterio… Llegado a este punto, hablando de cómo está rodada la película, es obligado hacer mención a una secuencia de un partido de fútbol, rodada de forma espectacular, con un plano secuencia sensacional.
No quiero dejar de mencionar a una de las sorpresas del filme: uno de los actores secundarios, Guillermo Francella, que interpreta a Sandoval, el compañero de fatigas de Ricardo Darín y que posee varios de los mejores momentos de la película, no sólo divertidos (que de estos tiene unos cuantos) sino también de los considerados clave para el desarrollo de la trama.
En fin, como he dicho, El secreto de sus ojos de momento se perfila como una de las favoritas de esta edición del Zinemaldi, junto a Ricardo Darín como gran candidato a la Concha de Plata al mejor actor. Pero como dirían en Conan, el bárbaro, eso es otra historia. Que quedan aún muchas películas por delante.
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En el reparto también se encuentra Soledad Villamil, actriz que también trabajó con el director y el actor en El mismo amor, la misma lluvia. Tanto en aquella como en esta la pareja protagonista desprende una química especial y fantástica que no falla y surte efecto, el espectador lo nota.
El secreto de sus ojos comienza con un personaje (Darín) que comunica a sus antiguos compañeros de trabajo (entre ellos se encuentra Soledad Villamil) que quiere continuar investigando un caso de asesinato que se cometió hace años, para poder escribir una novela al respecto. La noticia no es muy bien acogida pero poco a poco van saliendo detalles a la luz que hacen que la investigación tenga sentido.
Narrada prácticamente en un continuo flashback, además de la propia investigación que aporta un tono de thriller a la película, hay momentos para el romance, ya que desde el primer momento en el que los dos protagonistas se reencuentran descubrimos que algo hubo, o que algo pudo haber, entre ellos dos hace años. Las miradas entre ambos, los gestos mínimos y algunas palabras entrecortadas o que no quieren salir a la luz, nos lo confirman pero no nos dan detalles exactos de aquellos tiempos pasados.
El pasado nunca debe ser rescatado, de hecho en un momento de la película algún personaje lo menciona, alegando que no es conveniente por las consecuencias que ello pueda traer. Sobre eso versa la película y es la reflexión que uno debe hacerse tras acabar de ver el filme.
Con un metraje que para mi gusto es un poco largo pero con un guión realmente genial y en algunos momentos hilarante (con alguna que otra escena de comedia en toda regla), traslada al espectador dos historias: la de la investigación, en la que poco a poco se van aportando pistas para llegar hasta el final (con giro inesperado pero lógico incluido), y la de la relación entre los dos personajes principales.
Soledad Villamil y Ricardo Darín [Clic para ampliar]
Además, se nota que Juan José Campanella tiene kilometraje hecho: está muy bien realizada, se maneja muy bien el hombre. Da la impresión de que el propio Campanella también quiere llegar a saber cuál es la solución del misterio… Llegado a este punto, hablando de cómo está rodada la película, es obligado hacer mención a una secuencia de un partido de fútbol, rodada de forma espectacular, con un plano secuencia sensacional.
No quiero dejar de mencionar a una de las sorpresas del filme: uno de los actores secundarios, Guillermo Francella, que interpreta a Sandoval, el compañero de fatigas de Ricardo Darín y que posee varios de los mejores momentos de la película, no sólo divertidos (que de estos tiene unos cuantos) sino también de los considerados clave para el desarrollo de la trama.
En fin, como he dicho, El secreto de sus ojos de momento se perfila como una de las favoritas de esta edición del Zinemaldi, junto a Ricardo Darín como gran candidato a la Concha de Plata al mejor actor. Pero como dirían en Conan, el bárbaro, eso es otra historia. Que quedan aún muchas películas por delante.
Mi favorita de las que he visto en el festival.
ResponderEliminarEra la gran favorita de muchos, y al final no se llevó nada. Pero tengo una teoría: no se ha comido un rosco pero triunfará en los Goya. El año apsado sucedió exactamente lo mismo con "Camino"... Y es que además TVE produce la película por lo tanto, algo tendrá que "arrascar", digo yo... Todo es negocio, ya se sabe.
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