11 de marzo de 2012

Diez razones (10) para SI haber visto los Goya 2012

Si hay razones para no haber visto la gala de los Goya, también debe haber razones para sí haberla visto. Y además estas que pongo a continuación, pueden hacer que el año que viene se vuelva a estar delante de la tele o del ordenador para ver los Goya 2013, quién sabe... 

Mis diez razones para haber visto los Goya 2012 son:

Diez razones (10) para NO haber visto los Goya 2012

... y como muchas de las cosas que no me gustaron posiblemente vuelvan a suceder el próximo año, pueden ser razones para no ver esta gala una vez más.

Los premios Goya fueron hace ya tres semanas, pero tengo apuntadas qué cosas me llamaron la atención. Si uno fuera adivino, antes de ver la gala de "nuestro cine", podría haber visionado estas cosillas que apunto a continuación, y evitarse así tres horas frente al televisor o el ordenador, y emplearlas para hacer otras cosas más interesantes. Pero... uno no es adivino y al fin y al cabo, siempre hace gracia ver estas cosas, por lo tanto, luego pasa lo que pasa.

Vamos con diez temas que no me gustaron de la gala de los Goya 2012:

10 de marzo de 2012

Tres carteles de mierda

Realizar un cartel para una película no tiene que ser algo fácil. Una persona debe tener una idea lo suficientemente creativa como para pensar que con sólo ver el cartel de la película, la gente decida gastarse unos dineritos en ella y entrar a la sala de cine a verla. Por lo tanto, como cualquier otro proceso creativo, tiene su punto de dificultad.

Lo jodido es cuando te encuentras frente a frente con carteles que directamente son una basura, una auténtica mierda, que no es que no atraigan al espectador, es que directamente le toman a éste por imbécil total. Muchos de ellos serán fruto de las prisas, o eso me gustaría pensar, quizá de una presión excesiva sobre quien esté al cargo del cartel, o quizá esa persona sabe que tiene sus días contados en la empresa para la que trabaja y decide hacer uso de la ley del mínimo esfuerzo... Quién sabe. Pero si hay una cosa clara, aparte de la poquísima o nula imaginación en esos casos, es que los responsables de estas cosas son merecedores de unas cuantas bofetadas, a mano abierta y dejando bien marcada la forma de los cinco dedos en su cara.

Aquí sólo pongo tres de estas aberraciones (el otro día las vi todas juntas y eso provocó en mí un espasmo mezcla de risa, miedo y mariposillas en el vientre... ah, es que igual es que me entraron ganas de ir al wc, con lo cual no he podido evitar dedicarles un post), pero sabemos de sobra que hay infinidad de ellas.

9 de marzo de 2012

El pasado de Anton Chigurh

Todo el mundo tiene un pasado, y Anton Chigurh, el despiadado asesino que vimos en No es país para viejos, no va a ser menos. Y resulta que han hecho también una película sobre su juventud, o casi. Quién se lo iba a decir a aquel pequeño... que antes o después, por culpa de ver tanta peliculita y de tanto soñar y de vivir clandestinamente dentro de una estación, y de ayudar (a veces voluntariamente, a veces sin querer) a otras personas y a sus pequeñas historias dentro de su propio mundo (a veces imaginario, a veces real y cruel)... quién se lo iba a decir, que terminarían haciendo dos películas sobre él.

Claro que... un chaval que presta más atención a un hombrecillo mecánico que a conocer chicuelas, que vive más pendiente de la hora que marca el reloj de la estación que de meter mano a alguna compañera en la oscuridad de un entrañable cine al que siempre entra clandestinamente, que roba a unos cuantos en la estación donde se pasa el día entero observándoles... alguien así, por mucha aventura que quisiera vivir de joven, estaba claro que terminaría siendo alguien como el Anton Chigurh que todos conocemos. Se cambió el nombre, emigró a los Estados Unidos de América, y se convirtió en un auténtico cabronazo, impasible y descerebrado. Sí, estaba claro. Era él.

8 de marzo de 2012

Luces rojas y claroscuros más oscuros que claros


Esto ni es una reseña en condiciones ni es nada de nada, pero una vez vista esta película de Rodrigo Cortés (el que hizo aquella cuasigenialidad llamada Buried)...

Me hacen gracia algunas cosas (puede tener spoilers, ojo, que no lo sé):
  • Todo lo que tarda en “empezar” la peli. No miré el reloj pero cuando por fin supe cuál era la supuesta intriga de la peli, debía de haber pasado una hora. Hasta ese momento, vemos a los actores Sigourney Weaver y Cillian Murphy (un valor en alza, sin duda) haciendo cosas raras y tontunas.
  • Cuando parece que se va a poner interesante, con clímax y tal, no lo hay ya que Cortés corta y pasa a otra cosa cuando parece haber más chicha o donde el espectador podría tener más interés (la parte del test científico a DeNiro, por ejemplo).
  • La presentación del personaje de Robert DeNiro, en el avión. ¡Ahhh que es ciego, clarooo! Se quita las gafas, y se las pone. En una secuencia que dura apenas un minuto y que no aporta nada. Por cierto, DeNiro actúa en esta película así: “Heyyy soy Robert DeNiro, ¿qué tal?”, y la cámara se vuelca completamente a continuación sobre él. Parece que Cortés le dio como indicación: “Sé tú mismo”.