Realizar un cartel para una película no tiene que ser algo fácil. Una persona debe tener una idea lo suficientemente creativa como para pensar que con sólo ver el cartel de la película, la gente decida gastarse unos dineritos en ella y entrar a la sala de cine a verla. Por lo tanto, como cualquier otro proceso creativo, tiene su punto de dificultad.
Lo jodido es cuando te encuentras frente a frente con carteles que directamente son una basura, una auténtica mierda, que no es que no atraigan al espectador, es que directamente le toman a éste por imbécil total. Muchos de ellos serán fruto de las prisas, o eso me gustaría pensar, quizá de una presión excesiva sobre quien esté al cargo del cartel, o quizá esa persona sabe que tiene sus días contados en la empresa para la que trabaja y decide hacer uso de la ley del mínimo esfuerzo... Quién sabe. Pero si hay una cosa clara, aparte de la poquísima o nula imaginación en esos casos, es que los responsables de estas cosas son merecedores de unas cuantas bofetadas, a mano abierta y dejando bien marcada la forma de los cinco dedos en su cara.
Aquí sólo pongo tres de estas aberraciones (el otro día las vi todas juntas y eso provocó en mí un espasmo mezcla de risa, miedo y mariposillas en el vientre... ah, es que igual es que me entraron ganas de ir al wc, con lo cual no he podido evitar dedicarles un post), pero sabemos de sobra que hay infinidad de ellas.
Moneyball: Rompiendo las reglas
Brad Pitt sentado mirando hacia atrás con mucho verde por ahí. ¿Qué más se le puede pedir a un cartel de película? Con esto, uno ya sabe de sobra que va a ver una película de béisbol, o igual es de fútbol, o quizá de rugby, o de golf... Una historia de superación personal, por supuesto basada en hechos reales, eso también debe estar en el cartel, que no falte. Ah, y sale Brad Pitt, por si alguien no se había dado cuenta.
Todos los días de mi vida
Un chico y una chica abrazándose y mirándose y sonriendo tontamente. ¿Un dramón? ¿Una comedia romántica? ¿Una película sobre la crisis económica mundial? No se sabe, pero la película está ¡inspirada en hechos reales! Lo dicho: esa frasecita no debe faltar en un buen mal cartel.
El exótico Hotel Marigold
Película aparentemente coral (en base a la cantidad de nombres y caretos conocidos que salen en primer plano) que como no cabían todos juntos pues como suele ocurrir en estos casos, en un alarde de originalidad los ponen de arriba a abajo y separados por rayas gordas. Como no cabía una imagen destacable del chico de Slumdog millionaire en el sitio que le correspondía, y había que meterle sí o sí en el cartel, lo ponen recortado de tal forma que recuerde en cierto modo a aquella estupenda película de Danny Boyle y que le dio al chico la fama...
Pues me estoy poniendo al día en tu blog!!!!(mirar respuesta coment)
ResponderEliminarQue bueno!!!
Que razón tienes!!!
De cada cartel bueno hay veinte bazofias... es para flipar, aunque supongo que vende...así que habría que apalear a el público por mal gusto!!!
No no, al público no Cristina, a los que hacen esos carteles de mierda! esos sí que tienen mal gusto! es más, yo añadiría: ¡son gilipollas! (y ahora es cuando me viene uno de ellos y me dice que a ver quién me creo yo para desprestigiar su trabajo y bla, bla, bla...)
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