Estrany riu cuenta la historia de una familia (padre, madre y tres hijos, dos de ellos ya adolescentes) que se encuentra de viaje con sus bicicletas por Alemania, recorriendo las orillas de los ríos y acampando en diferentes sitios mientras vamos viendo la relación que tienen entre ellos, así como con la vida misma. La película destaca al personaje de Dídac, el mayor de los tres hermanos, quien empieza mirando a cámara tras una veloz carrera en bicicleta, retándonos, incitándonos a que le dejemos en paz, a que no entremos en su vida… Pues lo vamos a hacer, ya que si no, no habría película.
Si durante buena parte de la película todo era más o menos coral, al tener a la familia en general como aparente protagonista (fijándonos siempre en Dídac, pero siendo coral), llega un punto en el que todo se centra definitivamente en el chaval. Es aquí donde por fin la película gana algo de enteros, porque hasta ahí, todo era demasiado normal. Si bien es verdad que lo que sucede cuando Dídac toma el foco no es tampoco nada del otro mundo que no hayamos visto ya en infinidad de películas o trabajos audiovisuales, al menos el esfuerzo que hace Jaume Claret por querer contar algo de verdad, algo realmente interesante, parece empezarse a notar.
A pesar de esto último y de los lugares comunes que pueda haber al contar una historia de estas características, algunos momentos tienen buena sensibilidad y están bien mostrados, como pueden ser el paseo nocturno con una serie de personajes apareciendo y despareciendo en plan cruising, o los desarrollados durante la noche en la barca y después en la presa, sin diálogos (apenas un par de frases) donde se aprecia qué le está sucediendo a Dídac bastante bien. Por cierto, el germen de la idea para la película le vino al director reallizando un viaje en bici por Europa… con lo cual creo que eso de contar una historia que se desarrolla en verano, con una familia de por medio y detalles más o menos autobiográficos… Es algo que está muy en boga últimamente en el cine español (Carla Simón, ¡manifiéstate!), aunque quizá sea sólo una impresión mía…
En definitiva, Estrany riu es una película que tanto con el título como con muchas de sus imágenes deja clara la metáfora acerca del “dejarse llevar” por las corrientes de ese extraño río que es la vida y que supuestamente deberá acabar desembocando en algún punto. Siendo adolescente, habrá que ver si es en un sitio seguro o si por el contrario ese río termina por ahogarte.
¡Extra, extra!
Presentación de la película en Tabakalera:
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