23 de septiembre de 2024

Zinemaldia 2024 - La imagen del día (III)

No es la mejor de las imágenes, pero es una de las que define lo que es la imagen del día, hoy sin rodeos... O quizá sí. porque primero va una introducción a todo lo referente a la imagen en cuestión y que sin pudor alguno fusilo directamente de la página web del Zinemaldia:

Pese a la estricta censura que el fascismo impuso sobre el cine criminal, Luchino Visconti dará con Ossessione (1943) pistoletazo de salida a un género que será enormemente transitado durante toda la historia del cine italiano. Bajo su influjo analizarán Mario Soldati o Fernando Cerchio las consecuencias que la guerra había dejado en el tejido del país, y su influencia impulsará el rigor que marcará a Pietro Germi o Luigi Zampa en su tratamiento del fenómeno creciente de las redes criminales, por otra parte tan habituales en el cine italiano que este ya se había lanzado a tratarlas incluso por vía de la comedia en cintas como Mafioso (Alberto Lattuada, 1962, Concha de Oro a la mejor película en el Festival de San Sebastián). Será el propio Germi quien dé en Un maledetto imbroglio (1959) con las claves que permitirán al género desarrollar una vida propia desvinculándose de la aún evidente influencia de los referentes extranjeros.


Esto permitirá al poliziesco emprender un nuevo camino centrado en tomar el pulso a la sociedad surgida en Italia tras el colapso del boom económico y el estallido de 1968. Damiano Damiani abrirá con Il giorno della civetta (El día de la lechuza, 1968) un nuevo prisma sociológico sobre el problema de la Mafia y, siguiendo la estela del cine de Carlo Lizzani, Elio Petri llevará esta vía política a su punto culminante con Indagine su un cittadino al di sopra di ogni sospetto (Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha, 1969) en un empeño refrendado por el Oscar a la mejor película extranjera. Todo ello se conjugará con formas más ortodoxas que acercaron el género al polar francés de la mano de realizadores como Fernando Di Leo (Milán calibre 9, 1972) o Sergio Sollima (Revólver, 1973), en un panorama que fue enriqueciéndose hasta convertir al poliziesco en un pilar fundamental de la industria cinematográfica italiana, capaz incluso de estructurar todo un star system en el que tendrán particular relevancia actores como Tomas Milian, Franco Nero, Fabio Testi, Gian Maria Volonté, Maurizio Merli, Claudia Cardinale o Giuliano Gemma, protagonista del cartel del ciclo.

La aparición del terrorismo abocará a Italia a una guerra civil encubierta que encontrará pionera plasmación en La polizia ringrazia (La policía agradece, 1972), cinta de Stefano Vanzina que se alzaría con la Concha de Plata al mejor director en el Festival de San Sebastián. Será el punto de partida del filón conocido como poliziottesco, revitalización del policiaco desde parámetros de género puro que se erigirá en auténtico hito del cine B de los 70. La falta de prejuicios de directores como Umberto Lenzi o Pasquale Squitieri abrirán los enfoques de una hiperproducción que plasmó el colapso de todo un país anunciado por Francesco Rosi en Cadaveri eccellenti (Excelentísimos cadáveres, 1976). El asesinato de Aldo Moro por las Brigadas Rojas provocará rigurosas reflexiones de realizadores como Giuseppe Ferrara o Marco Bellocchio al tiempo que colapsó una ficción que pareció desbordada por la propia realidad. Tras unos años de bloqueo, el género resurgirá brillantemente con Gomorra (Matteo Garrone, 2008), la película que lo devolvió a una primera línea que se antoja clave para el cine italiano del nuevo milenio.

Y ahora sí, la imagen del tercer día de Zinemaldia, titulada...

¡VIVA FRANCO! (ATTENZIONE; FOTO DI MERDA)


Nada menos que el gran Franco Nero es el encargado de representar al ciclo de la Italia violenta. Todo un icono en aquellos años y en muchas de las cosas que han venido después en mucho tipo de cine. Repite visita al Zinemaldia (al menos desde que yo acudo al mismo) veinticinco años después de acudir para presentar la película que dirigió su propio hijo y que él protagonizaba, Sin invitación (bastante floja, por cierto).

Durante el ciclo, el propio Nero presentará alguna película y el libro que se ha publicado al respecto, junto al autor que ha pertrechado y coordinado todo ello: el insigne Felipe Cabrerizo. Es él quien se encarga de presentar la película a la que he asistido el tercer día de Festival Banditi a Milano, de Carlo Luzzani, Nadie mejor que él para introducir al personal en lo que es la película:



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