18 de marzo de 2019

dFeria 2019: Entrevista a Rafa Maza: "El humor bebe del surrealismo, de la incoherencia coherente, de saber decir incoherencias coherentemente"


El artista Rafa Maza conoce bien los escenarios de Donosti. O más que sus escenarios, quizá sea más adecuado decir que lo que conoce son aquellos bares o locales donde ha actuado las veces que ha venido a la ciudad, pues cada vez que lo ha hecho ha sido en esos sitios donde ha enseñado a la gente sus diferentes shows, bien con un gran personaje como es el pijo Fabiolo, o como hípster redomado...

Un clown y un estupendo actor a quien le gusta imitar voces y a través de sus personajes enseñarnos cositas de la vida y de nosotros mismos, al que agradezco enormemente sus minutos de charla. Pero dejemos que sea el propio Rafa quien nos desgrane todo esto a través de la entrevista que pude hacerle durante el festival de Artes Escénicas de Donosti, dFeria.


Jon R: Empezando desde el principio: ¿Quién es Rafa Maza y de dónde viene Fabiolo?

Rafa Maza: Pues soy un actor de Huesca que vive en Madrid que creó a este personaje de Fabiolo hace ya unos diez o doce años. Sí, creo que fue en 2008 la primera vez que me vestí de tenista y me fui al parque del Retiro de Madrid a hacer unos malabares con raquetas y a probar algún sketch, algún gag, con la gente pero de forma pequeñita. Y de ahí empecé a recorrer las calles de Madrid con un pequeño espectáculo, de unos quince minutos donde ya empezaba a interactuar más con la gente. Se acercaban las olimpiadas del 2012, cuando Madrid quería meterse en ello (y en 2016, y en 2020...). Mi personaje, que aún no se llamaba Fabiolo (era sólo alguien vestido de tenista que iba con raquetas) era un personaje muy querido en Madrid y la gente me veía en plazas y calles, y como era muy pijo se metía con la gente que había en las terrazas o en esas calles y plazas.


JR: Aún no tenía nombre el personaje pero sí que era ya un pijo redomado

RM: Sí, él era de la Moraleja y se sorprendía de la gente. Para él Madrid era como un parque de atracciones donde había gente ordinaria paseando, y se sorprendía, pero siempre con cariño. Como si ver a la gente fuera un espectáculo ideado para él. Hubo mucha empatía con el personaje, y a partir de ahí me sugirieron que metiera el espectáculo en salas. Yo ya había trabajado y estaba trabajando con otras compañías y esto era por placer y por empezar a hacer un número de teatro de calle, que siempre me había gustado mucho (hacía malabares, tenía muchos amigos clowns...), así que a partir de ahí, a finales de 2012 pude meter al personaje en una pequeña sala de teatro de Madrid, La escalera de Jacob; de allí pasé al teatro Alfil y el espectáculo fue creciendo hasta presentarlo en la feria de teatro de Huesca, donde ya me empezó a conocer más gente.

JR: Supongo que lo del teatro Alfil de Madrid sería todo un subidón.

RM: Sí, el templo del humor lo llaman. Tengo la suerte de seguir trabajando allí con mis espectáculos, estando ahora con Hipster, y para mí en ese momento fue toda una oportunidad, ya que allí había visto a Yllana, compañía de la que soy fan, y otros espectáculos que programaban, así que actuar ahí era todo un logro.

JR: ¿Qué formación tienes como actor?

RM: ¿La oficial o la extraoficial? (risas)

JR: Toda, en general.

RM: La oficial es que estudié en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) de Madrid, y luego ya me he ido formando con maestros en España y fuera de ella. Ahora ya no hago tantos cursos por falta de tiempo, pero siempre viene bien reciclarse. Mi formación como actor parte del teatro gestual, teatro físico, y también estoy muy vinculado con las artes circenses, sobre todo a través de los malabares, o la danza. Soy multidisciplinar. Y aparte lo combino con hacer muchas imitaciones, acentos de voces...

JR: Todo eso se nota mucho en tus shows, sí.

RM: En mis espectáculos me gusta sorprenderme a mí mismo. Por ejemplo en el show de Hipster dije "voy a tocar el piano". Nunca he tocado el piano, en mi vida, pero por mis narices que lo iba a acabar tocando en escena. Y, efectivamente, toco en escena un par de canciones.

JR: ¿Y sale bien?

RM: Sale fantásticamente. Hasta el punto que le hago la competencia directamente a James Rhodes (risas). ¡Es broma!

JR: ¿Ves a Fabiolo en algún drama?

RM: Bueno, el personaje está construido de forma que lo veo viviendo aventuras. Por ejemplo en mi último espectáculo, Fabiolo connection, trato que Fabiolo se enamore. Como es tan superficial, al personaje le cuesta dramatizar las cosas. Él a lo que viene es precisamente a lo contrario: a desdramatizar, desde su punto de vista superficial de la sociedad, del ser humano y de todo el mundo que le rodea. Pero lo que dices es interesante, porque creo que sí, que Fabiolo ya está disponible, dentro de esas aventuras que pueda vivir, para poder sentir miedo, sentir amor...

JR: Es verdad, en el espectáculo se nota en un momento dado eso que comentas sobre que pueda enamorarse, y se llega a empatizar con él.

RM: Claro. Como Fabiolo es un bufón, los bufones precisamente se ríen de esos sentimientos y esas emociones, de esa psicología de lo humano donde el amor, el miedo, la compasión... sentimientos a los que el ser humano entra fácilmente pero de los que un bufón puede reírse. Hace un guiño al espectador como diciendo "¿cómo me voy a enamorar yo?"


JR: ¿Dónde te encuentras más cómodo actuando? ¿En teatros, en bares, en festivales...?

RM: Estoy cómodo allí donde conecto con el público, ya sean sitios más pequeños o más grandes. Mientras haya gente dispuesta a reírse y a pasárselo bien, a conectar con Fabiolo, me encanta actuar en cualquier sitio. Me encanta además probar sitios nuevos, donde no me esperaría actuar, porque vamos, sólo me falta actuar en un ascensor.

JR: Ahora que se ha puesto tan de moda el microteatro...

RM: Sí, aunque yo soy más de macro (risas)

JR: Aparte de Fabiolo, ¿tienes otros personajes?

RM: Bueno, dentro del mundo de Fabiolo, aparecen otros personajes como Mumbasa, ese africano entrañable que cuenta chistes de ñus. También salen otras imitaciones, como los presidentes del Gobierno que ha habido en España, u otros personajes que ya no están aquí como Dalí o Fernando Fernán-Gómez... Me gusta mucho que Fabiolo se transforme, que aparezca una imitación dentro de ese personaje fijo, porque nadie se lo espera. Pero a a hora de plantearme nuevos proyectos sí que me gustaría ahondar más en lo dramático, quizá lanzarme a algo más serio y después seguir investigando con arquetipos como ya he hecho con el pijo, con el hipster... y ahora no sé quién tocaría, quizá un geek.

JR: Alguna tribu urbana...

RM: Sí, me gustaría un latino, de esos que van de reggaeton, para jugar un poco con todo eso.

JR: ¿Siempre has hecho comedia o has trabajado otros puntos más dramáticos, o en historias más corales?

RM: Sí, he hecho obras que no eran comedias pero en ellas yo siempre he aportado un tono más cómico, más naif, con personajes que ayudan a que la gente se ría un poco. Me gusta jugar con personajes ingeniosos y a la vez ingenuos. Precisamente es lo que tiene Fabiolo, esa ingenuidad, un carisma que surge también por mi propia manera de actuar.

JR: ¿Y dónde estás más cómodo, en el drama o en la comedia?

RM: En comedia, aunque me dicen mucho que puedo hacer muy bien de malo. Eso creo que está bien, poder tener esa doble máscara de hacer reír y también de provocar temor. Dicen que un buen cómico sabe hacer llorar, pero que alguien que sabe hacer llorar no controla tan bien lo de hacer reír.

JR: Tus espectáculos, al tener interacción con el público, exigirán algo de improvisación también, ¿verdad? ¿Improvisas mucho en cada actuación?

RM: Sí, aunque normalmente tanto con Fabiolo como con Hipster surge la improvisación gracias a la conexión con el público, no porque yo tenga técnicas especiales para improvisar. Con Fabiolo, por ejemplo, surge del estatus donde él está, es ese bufón que está por encima de los demás y que es capaz de decirte verdades o de preguntarte cosas que yo, como Rafa, sería incapaz de decir. En cambio Fabiolo lo hace con total libertad y descaro.

JR: Así es, y todo eso los espectadores, como público, lo notamos.

RM: Y eso es muy bonito, porque se rompe una barrera de comunicación. El público es consciente de lo difícil que es decir las verdades, reírnos de nosotros mismos. Qué bien que llegue un personaje y que desde el escenario nos agite y nos remueva todo eso un poco. Nos pone en un punto vulnerable, que es lo que consigue Fabiolo, y con esa vulnerabilidad hay riesgo, cierto miedo con preguntas como "¿me tocará a mí?" o "¿me dirá algo?"... Todos entramos a jugar como niños, es el punto de vista de la improvisación: somos "niños jugando a...", un "yo te digo, tú me dices".


JR: ¿Cómo trabajas los textos y las canciones?

RM: Yo colaboro con un dramaturgo que se llama Alberto Gálvez, y cada vez que voy a empezar algo me reúno con él y tenemos una lluvia de ideas, con lo que empezamos a fijar texto a través de improvisaciones, ideas que van saliendo...

JR: Con muchos juegos de palabras, dobles sentidos...

RM: Eso cada vez me gusta más, sí. Y buscar textos poéticos también, porque me gusta que haya poesía en el teatro, en los textos, y en Fabiolo.

JR: Y de eso hay en Fabiolo connection, con algunos temas que te hacen pensar, por ejemplo la "visualización", para "ver dos veces"... No va a ser todo reír.

RM: Efectivamente, de eso se trata. No hacer reír por reír, o una parodia porque sí, sino que siempre haya una historia, un trasfondo que nos haga reflexionar.

JR: ¿Qué referencias humorísticas tienes? Yo en tus espectáculos veo cosas de Faemino y Cansado, Gila, Martes y Trece...

RM: Precisamente acabas de decir tres de mis referentes principales. Yo creo que en España hay un punto surrealista con el humor, que no sólo se da en España. El humor bebe del surrealismo, de la incoherencia coherente, de saber decir incoherencias coherentemente. ¿Qué te voy a contar de Gila? Es de los grandes. Faemino y Cansado son también unos grandes, me encantan. Y también Martes y Trece, los adoraba y los imitaba de niño. Y el humor inglés también me gusta mucho: Ricky Gervais, los Monty Python, Sacha Baron Cohen...

JR: ¿Cuántas historias le quedan por contar a Fabiolo? Muchas, supongo...

RM: Como a Asterix y Obelix, ¿no? "Las aventuras de Fabiolo" (risas). Creo que ya se ha convertido en un punto de vista: el punto de vista de Fabiolo. "¿Qué diría Fabiolo en esta situación, o ante este problema político, ante la actualidad?". Es un punto de vista que ya no es sólo pijo, que ha trascencido lo pijo para convertirse en Fabiolo. Lo que dice son "fabioladas". Eso sí, lleva su trabajo construirle un discurso "fabiolero", hay que estrujarse un poco la mente para tener un buen producto que llegue a la gente. Me gusta que Fabiolo se mantenga en los teatros, que no sea un personaje televisivo machacado. Agradezco tener mi propia libertad, sin tener que quemar al personaje.

JR: La respuesta creo que será evidente siendo el personaje como es, pero ¿por qué le gusta tanto Donosti a Fabiolo?

RM: (risas) Donosti es una ciudad muy Fabiolo, ¿no? Pero más allá de eso, como actor, el cariño que siento cuando llego a San Sebastián, el cariño de la gente, viendo cómo poco a poco van creciendo los fans de las cosas que hago... Tengo que decir también que he tenido la suerte de navegar por la Concha en un pequeño yate, intentando vivir experiencias lo más "Fabiolo" posible y... bueno, reconozco que he dicho que era un yate pero no, era un barquito pequeño. Pero bueno, Donosti siempre ha sido una ciudad de veraneo, de aristócratas, de gente esnob.

JR: Quizá metas la ciudad en alguna de las historias que Fabiolo cuenta en sus espectáculos... Le pega mucho.

RM: Claro. Fabiolo, a pesar de que en su nuevo espectáculo habla del futuro, tiene un punto vintage, con ese polo antiguo, o que no juega al pádel sino al tenis. En cuanto a su look, espero poder vestirle alguna vez de golfista, o con uniforme de jockey, que ya lo he sacado alguna vez así, pero meterle más de golfista, o de jugador de polo, patrón de vela... 

JR: Todas ellas, disciplinas deportivas que le vienen al pelo. Para acabar, hemos empezado hablando de los orígenes de Fabiolo en la calle, ¿alguna vez volverá a actuar en ella?

RM: Bueno, alguna vez actúo al aire libre, en alguna feria o en espectáculos de verano. Además es fantástico verlo actuar al aire libre. Espero no volver a la calle, vamos, me refiero a hacer la ruta aquella que hacía en Madrid... Mejor en teatros, sí.


Página web de Rafa Maza: http://solofabiolo.com/
Fotografías: Jon R.

2 comentarios:

  1. Pues no le conocía, pero tiene buena pinta. Muy buena entrevista!!

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    1. ¡Gracias Gloria! Pues apúntate su nombre y si tienes oportunidad alguna vez de verle, no lo dudes, ¡es muy divertido!

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