INAUGURACIÓN - SECCIÓN OFICIAL A CONCURSO
Pistoletazo de salida para el Zinemaldia. La película de Nicholas Jarecki Arbitrage (El fraude) es la encargada de iniciar todo el desfile de películas y lo hace de una forma digna… o casi.
Pistoletazo de salida para el Zinemaldia. La película de Nicholas Jarecki Arbitrage (El fraude) es la encargada de iniciar todo el desfile de películas y lo hace de una forma digna… o casi.
Es esta una película ambigua en unos cuantos sentidos. El primero, en lo que nos quiere relatar, pues no termino de tener claro si es una película para denunciar, de mejor o peor forma, al tipo de personajes que han provocado la crisis económica mundial en la que todos estamos metidos, o quizá lo que nos quiere contar el director (y también guionista) es el drama personal de un triunfador con mucha cara en cuanto a las finanzas…
La historia viene a contar la historia de Robert Miler
(Gere), un multimillonario que tiene pendiente la firma de un negocio
importantísimo y además es infiel a su mujer (Susan Sarandon) con una galerista
de arte (Laetitia Casta), mezclándose todo ello debido a un inesperado
acontecimiento que provocará que la vida del protagonista penda de un hilo.
Continuando con la ambigüedad comentada, aquello que realiza
Miller en la película, ¿son propios de una buena persona, o de una mala
persona? ¿Debe el espectador compadecerse por todo lo que le sucede? ¿o quizá
se prefiera que un personaje así padezca todo eso, e incluso más? Esa duda de
si es alguien bueno, o malo, no convence. Pero en parte también el director ha
querido jugar con eso, con lo cual no faltará gente que piense que es un
acierto.
Lo que está claro es que nadie se salva de la quema. Todos
los personajes están llevados por la ambición y sobre todo por la avaricia.
En cuanto a interpretaciones, Richard Gere está en su línea,
poniendo caritas y repitiendo tics habituales en él a diestro y siniestro. Aun
así, es alguien con carisma y en algunos momentos incluso está bastante
correcto. Susan Sarandon aparece poco en la película y aunque inicialmente
resulta ser un poco florero, tiene reservado uno de los que me ha parecido de
los mejores momentos del film. Por último se encuentra Tim Roth, el inspector
que investiga el incidente ocurrido, y de quien me gustaría comentar la idea
que se me pasaba mientras veía la película: El detective quiere meter entre
rejas a toda costa a personajes como Robert Miller (“esos ricachones”, como
dice despectivamente en varias ocasiones), y el espectador puede verse
identificado con él, como si se quisiera reflejar el malestar de la población
corriente y moliente frente a los impunes autores de la crisis global. Ahora
bien, aunque este aspecto puede despertar inicialmente ciertas simpatías, se le
ve siempre demasiado chulo (a veces Tim Roth está pasado de rosca), con unas
formas muy cuestionables de hacer las cosas y poco a poco va dejando de parecer
alguien con quien poder identificarse.
La forma de dirigir de Nicholas Jarecki es un tanto austera
aunque la película está bien fotografiada. Con ello, y juntando los aspectos a
favor (algún momento de Gere, otro de Susan Sarandon, esa especie de “lucha de
clases” entre los grandes millonarios y la gente de a pie…), y quitando la
ambigüedad comentada al inicio y alguna que otra cosa de chichinabo (la pureza
de la hija de Gere y Sarandon, por ejemplo, que casi siempre parece estar
filmada como si fuera un ángel), hacen de Arbitrage (El fraude) una película
correcta, pero poco creíble.
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