Tenía pendiente aún indicar qué directores me han parecido lo mejor del 2009 (y enseguida pondré cuáles han sido mis películas preferidas del año)
[Como siempre, si quieres ver ampliada alguna imagen, haz clic sobre ella]
MEJORES DIRECTORES DEL 2009
Clint Eastwood por Gran Torino
El último de los clásicos. Qué bien queda definir a este monstruo del Cine de esa forma. Y es que es verdad y lo demostró una vez más, con Gran Torino (de la que ya hablé aquí). Poco antes había estrenado El intercambio, con Angelina Jolie y ahí también vimos lo gran director que es, sacando todo el partido a sus actores y contando unas historias profundas, reconocibles, emotivas. Fue una verdadera pena que con ambas películas fuera ninguneado en las nominaciones a los premios Oscar. Enseguida tendremos entre nosotros su nuevo trabajo, Invictus.
Gus Van Sant por Mi nombre es Harvey Milk
Es indiscutible que Gus Van Sant es un autor, que rueda a su manera películas por lo general independientes, con historias que tienen cosas que contar, que no son vacías. Como todo buen cineasta que se precie, puede tener algún altibajo que otro, pero no fue el caso de Mi nombre es Harvey Milk (la cito aquí), una película con un ritmo estupendo, muy bien contada y rodada y con una dirección de actores fantástica (claro que los intérpretes de la película lo son ya de por sí, encabezados por Sean Penn).
Juan José Campanella por El secreto de sus ojos
El hijo de la novia fue su gran triunfo, su gran película. Pero con El secreto de sus ojos también le ha quedado una película casi redonda (ya hablé de ella aquí). Su trabajo aquí contiene unos planos espectaculares (imposible no acordarse del plano secuencia del estadio de fútbol) y junto con otros elementos del filme, merece la pena incluirlo en esta lista. Opta a nueve Goyas, incluido el de mejor director.
Michael Mann por Enemigos públicos
Otro director de los grandes que demostró con Enemigos públicos (ver su crítica aquí) cómo se puede hacer una película de gángsters en el siglo XXI de una forma eficaz y actualizando algunos elementos, especialmente la forma de rodar ya que lo hizo en formato digital. Autor de grandes películas como El último mohicano, Heat o Collateral, con Enemigos públicos volvío a demostrar lo buen director que es.
Quentin Tarantino por Malditos bastardos
A pesar de que Malditos bastardos (Inglorious basterds) no me parece una película redonda y que no llega al nivel de otras obras maestras suyas (aunque me gusta mucho), esta película está rodada al más puro estilo del director, es decir, de forma genial, donde se ve lo bien que se maneja con historias y personajes salvajes, con diálogos aparentemente interminables, con actores muy conocidos (Brad Pitt) y otros por conocer (Christoph Waltz, por ejemplo)... La película contenía, pues, toda la esencia de sus películas y además entretiene de una forma genial. Afortunadamente el Tarantino que se echó a perder con Death proof, no apareció y pudimos disfrutar de nuevo de un director en pleno estado de forma.
Gus Van Sant por Mi nombre es Harvey Milk
Es indiscutible que Gus Van Sant es un autor, que rueda a su manera películas por lo general independientes, con historias que tienen cosas que contar, que no son vacías. Como todo buen cineasta que se precie, puede tener algún altibajo que otro, pero no fue el caso de Mi nombre es Harvey Milk (la cito aquí), una película con un ritmo estupendo, muy bien contada y rodada y con una dirección de actores fantástica (claro que los intérpretes de la película lo son ya de por sí, encabezados por Sean Penn).
Juan José Campanella por El secreto de sus ojos
El hijo de la novia fue su gran triunfo, su gran película. Pero con El secreto de sus ojos también le ha quedado una película casi redonda (ya hablé de ella aquí). Su trabajo aquí contiene unos planos espectaculares (imposible no acordarse del plano secuencia del estadio de fútbol) y junto con otros elementos del filme, merece la pena incluirlo en esta lista. Opta a nueve Goyas, incluido el de mejor director.
Michael Mann por Enemigos públicos
Otro director de los grandes que demostró con Enemigos públicos (ver su crítica aquí) cómo se puede hacer una película de gángsters en el siglo XXI de una forma eficaz y actualizando algunos elementos, especialmente la forma de rodar ya que lo hizo en formato digital. Autor de grandes películas como El último mohicano, Heat o Collateral, con Enemigos públicos volvío a demostrar lo buen director que es.
Quentin Tarantino por Malditos bastardos
A pesar de que Malditos bastardos (Inglorious basterds) no me parece una película redonda y que no llega al nivel de otras obras maestras suyas (aunque me gusta mucho), esta película está rodada al más puro estilo del director, es decir, de forma genial, donde se ve lo bien que se maneja con historias y personajes salvajes, con diálogos aparentemente interminables, con actores muy conocidos (Brad Pitt) y otros por conocer (Christoph Waltz, por ejemplo)... La película contenía, pues, toda la esencia de sus películas y además entretiene de una forma genial. Afortunadamente el Tarantino que se echó a perder con Death proof, no apareció y pudimos disfrutar de nuevo de un director en pleno estado de forma.
De todas esas sólo he visto Gran Torino, :-) Habrá que darle vida a mi banda ancha, xD
ResponderEliminarHum pirata... ;-)
ResponderEliminarBuenas pelis todas, cuando las veas ya me contarás asier!