Get Away (Steffen Haars)
A una isla de Suecia llegan como turistas los cuatro miembros de una familia británica que quieren asistir a una función que se realiza cada año allí, conmemorando un evento relacionado con mucha sangre y canibalismo dos siglos antes... Al llegar a la isla no son bien recibidos, y asistiremos a todo un desfile de personajes estrafalarios de los que no se podrá esperar nada bueno.
Se trata de una película que se ríe del subgénero "folk horror", parodiando muchas de las cosas que se ven en ese tipo de películas. No sólo por esos personajes tan extraños y turbios que pueblan la isla, siendo una clara parodia de esa turbiedad que siempre se muestra, sino por cierto giro que sucede llegado un punto en la película. El problema es que ese giro llega, quizá, algo tarde. Y luego, además, cuando llega, aún queda bastante tiempo para que se acabe la película y acaba alargándose, habiendo perdido buena parte de la gracia tras esa sorpresa.
Quitando, por tanto, que sea una parodia del "folk horror", la película termina siendo algo olvidable y es una pena, porque aunque tiene ciertos toques gore, tampoco llegan a ser suficientes. Ya que te pones a mostrar mucha sangre y violencia, ¿por qué no lo das todo?
Krazy house (Steffen Haars y Flip Van der Kuil)
Si con la anterior película se parodiaba el "folk horror", en esta que llega desde los Países Bajos y codirigida por el mismo director de aquella, en esta ocasión asistimos a otro tipo de parodia, que en realidad no es tal, sino más bien una exacta reproducción de algo como eran las telecomedias de los años noventa. Todos nos acordamos de series como Cosas de casa, El príncipe de Bel-Air, o yendo más atrás, La hora de Bill Cosby (da escalofríos sólo mencionar este nombre...). Pues en Krazy house nos encontramos con una sitcom donde conocemos a la familia Christian, un apellido muy bien puesto ya que es una familia ultra católica, dato que se refleja especialmente en el padre de famlia (Nick Frost). Ahí sabremos que el show se graba en directo, que hay risas enlatadas, que hay frases que el personaje de Frost repite en cada capítulo como coletilla... En fin, todo lo típico de una serie de estas características.
Lo bueno llega cuando aparece un trío de personajes tremendos: Unos rusos que desde el principio se ve que no tienen buenas intenciones con nada de lo que hay en la casa. Así que la lían parda en todos los sentidos. Todo ello con el formato de telecomedia televisiva de los noventa... A excepción de ciertos flashes que le vienen al padre, donde el formato cambia y se pone más cinematográfico, y más violento también. Pero todo eso son, como digo, flashes, y tendrán su culminación bastante más adelante en la película...
La película refleja bien cómo era el consumo televisivo de aquella época (y no sólo el consumo televisivo, también el de muchas otras cosas y sustancias) y también las creencias de "los viejos" que ya no tienen cabida en los jóvenes (fórmula que sirve para el conflicto en el argumento de la teleserie), pero en realidad ese tipo de cosas, a un aficionado al género y tras ver lo bien hecho que está el formato, le aburren rápido. Lo que se quiere ver es sangre, burradas y a ser posible mucho gore. Todo elllo acaba llegando, hay incluso cabezas reventadas por escopetazos, pero como pasaba en Get Away, lo bueno tarda en llegar y luego se alarga...
Tiene puntos bastante divertidos y algún que otro giro de guion muy loco que a según qué gente le sacará de quicio, pero son esos trozos precisamente los mejores de toda la película. Al final es todo demasiado caótico y tarda demasiado en finalizar, dando la impresión de que no sabían cómo terminar el guion. Aun así, se puede ver para echar unas risas.
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