Sí, está en italiano y dice Niente sta scritto (nada está escrito). No he encontrado el momento ni en castellano ni en inglés, es una pena. Se trata de un momento de Lawrence de Arabia (David Lean, 1962).
Nothing... is written!
Hace pocas semanas pude disfrutar de esta gran película (en todos sus sentidos) en una sesión de cine y fue una experiencia mágica como pocas. Esta escena que pongo hoy es una de las que mayor impacto me provocó.
Atravesando el gran desierto de Nefud para preparar la ofensiva contra Aqaba, un miembro de la tropa llamado Gasim se pierde. Lawrence (personaje complejo donde los haya, interpretado por un Peter O'Toole único) quiere ir a rescatarle ante la negativa de todos sus compañeros, especialmente la del Sherif Ali (genial Omar Shariff), quien le dice que está escrito que Gasim muera en el desierto, pero el orgullo de Lawrence y las ansias por hacerse valer ante todos los demás hacen que desoiga lo que dicen y vaya en su búsqueda.
Nadie confía en que vuelva con vida del desierto, todos le toman por loco, pero... Vuelve. y es aquí donde se produce un cambio fundamental en los personajes de la película. Sherif Ali, que siempre se había mostrado negativo ante la presencia de un británico entre ellos, en ese momento comienza a sentir una admiración inmensa hacia Lawrence. Éste, por su parte, si ya era orgulloso previamente, a partir de ahora lo será más, siendo consciente de cómo todos comienzan a venerarle.
Por todo eso, Lawrence dice al Sherif Ali aquello de que nada está escrito, tal y como se ve en el vídeo, en referencia a lo que con anterioridad éste le dijo, ya que ha traído de vuelta, y vivo, a Gasim.
Por todo eso, Lawrence mira de la manera que mira al Sherif Ali, advirtiéndole que no está frente a un cualquiera, que él va a llegar muy lejos, desafiando a la vida y a la muerte, en el desierto, o donde sea.
T. E. Lawrence (militar, arqueólogo, escritor) se convirtió, desde ese momento, en Al Awrence: Lawrence de Arabia.
Muchos minutos más tarde, con la drástica evolución del personaje de Lawrence y ciertos acontecimientos que se verán en la película, uno puede hacerse la reflexión, al igual que se la hace el protagonista (y también el Sherif Ali), de si realmente no hay nada escrito, o si de veras sí lo hay.
Como anécdota, comento que la espectacular imagen en la que se ve a lo lejos los camellos reunirse (el de Lawrence con el del chiquillo) no salió como sus responsables querían que saliese. Lo que querían era que el camello del chico simplemente llegara hasta el de Lawrence, pero cogió tal velocidad que, como se ve en la escena, se pasa de largo teniendo que volver hacia atrás... Pero así gustó a David Lean y compañía, quizá pensando que porque da un toque más realista a la alegría del momento narrado, de forma que se quedaron con la escena.
Todo ello, unido a la magnífica banda sonora de Maurice Jarre, hacen de esta escena un momento de los más emocionantes de la película.
TRAILER:
Si deseas ampliar las imágenes, haz clic sobre ellas.
Atravesando el gran desierto de Nefud para preparar la ofensiva contra Aqaba, un miembro de la tropa llamado Gasim se pierde. Lawrence (personaje complejo donde los haya, interpretado por un Peter O'Toole único) quiere ir a rescatarle ante la negativa de todos sus compañeros, especialmente la del Sherif Ali (genial Omar Shariff), quien le dice que está escrito que Gasim muera en el desierto, pero el orgullo de Lawrence y las ansias por hacerse valer ante todos los demás hacen que desoiga lo que dicen y vaya en su búsqueda.
Nadie confía en que vuelva con vida del desierto, todos le toman por loco, pero... Vuelve. y es aquí donde se produce un cambio fundamental en los personajes de la película. Sherif Ali, que siempre se había mostrado negativo ante la presencia de un británico entre ellos, en ese momento comienza a sentir una admiración inmensa hacia Lawrence. Éste, por su parte, si ya era orgulloso previamente, a partir de ahora lo será más, siendo consciente de cómo todos comienzan a venerarle.
Por todo eso, Lawrence dice al Sherif Ali aquello de que nada está escrito, tal y como se ve en el vídeo, en referencia a lo que con anterioridad éste le dijo, ya que ha traído de vuelta, y vivo, a Gasim.
Por todo eso, Lawrence mira de la manera que mira al Sherif Ali, advirtiéndole que no está frente a un cualquiera, que él va a llegar muy lejos, desafiando a la vida y a la muerte, en el desierto, o donde sea.
T. E. Lawrence (militar, arqueólogo, escritor) se convirtió, desde ese momento, en Al Awrence: Lawrence de Arabia.
Muchos minutos más tarde, con la drástica evolución del personaje de Lawrence y ciertos acontecimientos que se verán en la película, uno puede hacerse la reflexión, al igual que se la hace el protagonista (y también el Sherif Ali), de si realmente no hay nada escrito, o si de veras sí lo hay.
Como anécdota, comento que la espectacular imagen en la que se ve a lo lejos los camellos reunirse (el de Lawrence con el del chiquillo) no salió como sus responsables querían que saliese. Lo que querían era que el camello del chico simplemente llegara hasta el de Lawrence, pero cogió tal velocidad que, como se ve en la escena, se pasa de largo teniendo que volver hacia atrás... Pero así gustó a David Lean y compañía, quizá pensando que porque da un toque más realista a la alegría del momento narrado, de forma que se quedaron con la escena.
Todo ello, unido a la magnífica banda sonora de Maurice Jarre, hacen de esta escena un momento de los más emocionantes de la película.
TRAILER:
Peter O'Toole
Peter O'Toole y Omar Shariff
Peter O'Toole y Anthony Quinn
¡Sangre y muerte!
Si deseas ampliar las imágenes, haz clic sobre ellas.
Quieres creer, Jon, que no recuerdo haber visto entera ésta película?. Imperdonable ¿verdad?. Claro que sé sobre ella, ¿quién no?, pero nunca ha llamado demasiado mi atención. Después de leer tu estupenda entrada, creo que lo haré.
ResponderEliminarEste tipo de citas nos hace profundizar en la riqueza de su contenido, y muchas veces las pasamos por alto..., ¿te he dicho alguna vez que encanta cómo escribes?, pues eso, ea! ;-)
Ejem, Ouiser, me has sacado los colores, que lo sepas...
ResponderEliminarPor no haber visto la peli no pasa nada, ya ves, el mundo sigue girando, jejeje. Es una película realmente espectacular, y si se puede ver en cine como yo tuve la suerte de hacer, evidentemente gana muchísimos puntos. Es una película compleja, al igual que Lawrence, incluso reconozco que me cuesta entender algunas de las motivaciones del personaje, porqué sus reacciones ante ciertas situaciones... En fin, quizá David Lean quiso precisamente dotar de esa ambigüedad al filme, para reflejar lo que debía de ser el Lawrence real...
En cualquier caso la peli es una gozada y ante todo como ya he dicho, espectacular.
Pues eso, que no pasa nada si no la has visto, jeje. Yo por ejemplo no he completado la trilogía de "El padrino" hasta hace pocas semanas (la tercera parte se me resistía desde hace años, y las dos primeras tardé tiempo también en verlas), por poner un ejemplillo.
¡Muchas gracias por pasarte por aquí, Ouiser!
Después de leer este post me he decidido a verla online y aunque es muy larga está muy bien. Es curioso que en mitad de la película aparece un fundido negro de unos segundos para el descando en el cine.
ResponderEliminarHay escenas muy impactantes, otras curiosas, y otras que hacen reflexionar. Por ejemplo cuando preparan el explosivo en la vía y el chico no encuentra el detonador...
O cuando uno del grupo se pierde y lo rescata, pero más adelante resulta que ...
bueno, no cuento más, por si alguien aún no la ha visto :)
Me alegra saber que has descubierto la película gracias a este post y que te ha gustado, Jesus. La película es compleja, tardaron varios años (creo que 4) en hacerla, David Lean estuvo muy empeñado con el proyecto.
ResponderEliminarPor cierto lo que comentas del parón en mitad de la película solía ser el "intermezzo", que además de descanso servía para cambiar las bobinas de las pelis, si no recuerdo mal.