15 de octubre de 2025

Zinemaldia 2025 - Entrevista a Joachim Lafosse y parte de su equipo ("Seis días en primavera")


El director belga Joachim Lafosse ha vuelto al Zinemaldia tras presentar en 2015 su película Los caballeros blancos (Concha de Plata a la mejor dirección) y en 2023 lo hizo con Un silencio. Ahora vuelve al Festival con Seis días en primavera, recibiendo además dos premios importantes del palmarés oficial: Mejor guion y, de nuevo, la Concha de Plata a la mejor dirección. Seis días en primavera cuenta la historia de Sana, una chica que junto a sus dos hermanos menores y su acompañante (novio) se meten de esranjis a pasar unos días en la casa libre de sus ex suegros. La película está realizada de forma muy sencilla y tiene unos personajes que importan, unos personajes de clase baja que no entienden por qué la vida les trata como les trata, y lo hace tanto desde la mirada adulta de la protagonista como de la de los niños. Una historia que cuenta de forma muy sutil una lucha de clases, sin excederse y sin melodramas.

Con la ocasión de su paso por el festival, he aprovechado para hacer a Joachim Lafosse unas preguntas, en las que también ha participado parte de su equipo: el director de fotografía Jean-François Hensgens y los niños Leonis Pinero Müller y Teoudor Pinero Müller.

Jon R.R.: La película se ha rodado mayormente de interiores (aparte de los momentos en la playa de los protagonistass y de algún que otro momento), ¿cómo se trabajó la iluminación en interiores?

Joachim Lafosse: Me parece formidable que me hagas una pregunta así, para hablar de la luz, de la iluminación. Un día, hace ya veinte años, tuve la suerte de pasar cuatro días con el director Abbas Kiarostami, y una vez que estábamos juntos, me dijo esto: “Si no hay luz, no hay cine”. Así que para esta película, creo que tu pregunta es muy pertinente, con lo que enseguida voy dejaré que el director de fotografía, Jean-François Hensgens, diga unas palabras… Pero te cuento que a partir del momento en el que hacemos una película con personajes que están en una casa, por la noche, y que se tienen que iluminar mediante velas porque no quieren usar la electricidad, plantea una serie de cuestiones técnicas com,plejas, de asumir riesgos en este apartado técnico. Así que aprovecho para mostrar aquí toda mi admiración hacia Jean-François.

JRR: Habéis trabajado ya varias veces juntos.

JL Sí, hemos hecho ya cuatro películas juntos y de película a película le veo evolucionar, veo que se está convirtiendo en un gran director de fotografía, con lo que creo que he tenido una enorme suerte de poder trabajar de nuevo con él en esta película y beneficiarme así de su experiencia y ver que él también se ha atrevido a asumir esos riesgos. La dificultad suplementaria, cuando hablamos de iluminación con velas, es que los personajes no tienen rostros que captan la luz de la misma forma, así que se ha tenido que trabajar bastante sobre eso. Fue apasionante observar eso como cineasta. Invito a todo el mundo a que vea la película teniendo en cuenta ese aspecto, el de la luz. Añadiría también una cosa más: yo vengo del norte, y siempre he rodado todas mis películas en el norte, bueno, con la película Un amor tranquilo rodamos algunas escenas en el sur, así que en esta película hay que aportar esa especial iluminación, esa luz del sur que hay que captar. Es la primera vez que ruedo una película entera con toda esa luz del sur, y no tiene nada que ver con lo que había hecho hasta ahora. ¡Nada que ver! Es algo que me ha parecido apasionante. La luz del sur es magnífica.

Jean-François Hensgens: Efectivamente, es una película donde desde el punto de vista visual había una dificultad técnica para mostrar ciertas imágenes, al estar hablando de unos exteriores con mucha luz, en el mar, y unos interiores muy oscuros. Con eso tuvimos que hacer lo que pudimos para usar la tecnología y las cámaras que existen hoy, para grabar con muchos diafragmas diferentes y así poder encontrar la mejor exposición posible para poder conservar la luz en profundidad, y así poder iluminar a los personajes, darles luz. Eye Haïdara, la actriz protagonista, también se prestó al juego, así que forzamos un poco su maquillaje, hicimos que brillase para poder captar mejor esa luz “parásita” del ambiente y para que su rostro siempre tuviese luz y fuese un rostro luminoso.


JRR
: ¿Cómo fue el proceso de casting para elegir a los dos niños, Leonis Pinero Müller y Teoudor Pinero Müller, y qué tal se portaron?

JL: Yo siempre repito lo mismo cuando me hacen esta pregunta. Cuando hablamos de niños, lo importante es hacer primero un casting de padres. Hay padres que quizá tienen ganas de permitir que sus hijos hagan cine, pero por razones que no son las correctas, sólo para que sus hijos tengan éxito y se conviertan en estrellas. Me gustaría dar las gracias a los padres de estos dos chicos, pero esa confianza con ellos quizá no la tuvimos desde el principio… Debo dar las gracias por ello también a los productores de la película, porque a día de hoy es muy importante poder demostrar a los padres que hemos sido muy serios durante el rodaje, y demostrarles que esos niños han estado acompañados en todo momento. Eso es muy importante también, porque claro en un rodaje pueden surgir ciertas dificultades también. Sin duda, debemos mucho a la persona que se ha ocupado de ellos durante el rodaje. En el plató, y desde hace mucho tiempo, yo no quiero dirigir a los niños. Muchas veces mi ansiedad, mi estrés y mis angustias hacen que no tenga ganas de transmitir cierta fuerza a los niños, así que se lo pido siempre a alguien para que lo haga por mí, ya que yo tengo demasiadas cosas en mente, elegir y tomar decisiones… Es más fácil para mí delegar respecto a este tema de los niños. Hablo con los actores y actrices para saber qué tenemos que ajustar aquí o allá en cada toma, y me parece muy importante que los niños hablen con una única persona, un único interlocutor que hable con ellos porque si no, es todo muy complicado para ellos. ¿Qué opináis vosotros?

(Se dirige a los niños, por si quieren decir algo)

JL (a los niños): ¿Os apetece hablar de cómo nos conocimos, de cómo fue nuestro primer encuentro?

Leonis Pinero Müller: Pues me pareció muy bien. Esta no es una experiencia que uno pueda tener todos los días y claro, mis padres no querían que fuésemos super estrellas. Fue una elección personal.

Teoudor Pinero Müller: Cuando vi a Joachim y nos habló de la historia, me gustó lo que nos decía, y luego ya cuando nos eligió y cuando empezamos a rodar, me encantó trabajar con el equipo. Sí, estuve encantado con todos.

JL: Queda claro que lo mejor es que los niños hablen por sí mismos, y no que uno hable por ellos (risas).


JRR
: El guion me ha parecido muy equilibrado, sin ser excesivamente dramático ni condescendiente, lo he notado muy pulido. Lo has escrito junto a otras dos personas, Chloé Duponchelle y Paul Ismaël, ¿cómo ha sido trabajar en un guion así entre tres?

JL: El cine es un arte colectivo. Poder llegar a escuchar y entender la percepción de los demás, del lector, del espectador, la interpretación del montaje… Pero la cuestión es: ¿qué has sentido? Si la respuesta no corresponde con aquello que yo quería que el público o el lector sintiese, entonces hay que seguir escribiendo. Con esto, la coescritura es una forma muy agradable de trabajar, de intercambiar y de compartir, de hablar de emociones y de afectos en torno a un guion. He trabajado con Chloé Duponchelle, Paul Ismaël, habiéndolo hecho más mano a mano con Chloé, siendo todo el proceso muy agradable.

JRR: Al recoger el premio al mejor guion, sobre el escenario del Kursaal, en el último momento y justo antes de marcharos, has agradecido a los actores su trabajo, ¿puedes extender un poco más ese agradecimiento?

JL: Cada noche durante el rodaje, Chloé, la coguionista, venía con nosotros y con los actores y escribíamos las secuencias, desarrollándolas un poco más, alterando un poco el guion a veces. Unos diez días antes de empezar el rodaje, el equipo, el director de fotografía y los actores hicimos toda la película, sin cámaras, en el plató. Eso ha sido muy importante para todo el equipo y para los actores, y nos ayudó más tarde a seguir escribiendo un poco más. En esta película en particular, Eye Haïdara compuso un personaje de una forma que me encanta, ya que ella parece alguien fuerte, pero nunca sin pasarse, siempre muy ajustada. Y tal y como decía antes, el no haber dirigido a los niños, no estar pendiente de ellos, habiéndolos encargado a otra persona, que a veces era Chloé, otras veces era Eye, es algo que valoro mucho y ha sido muy importante para mí.



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