[ACTUALIZADO: Al final de esta entrada, que originalmente fue escrita el viernes 5 de Noviembre, anexo la carta enviada por Ángel Sala (director del Festival de Cine Fantástico de Sitges) comentando lo sucedido con A serbian film y apoyando a la Semana de Terror, a sus organizadores y a su público.]
En un principio, mi idea era no comentar nada de la
Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donosti hasta que ésta hubiera finalizado, para tomarme la semana con tranquilidad y reducir considerablemente el ritmo frenético que he llevado en las últimas semanas, especialmente con el
Zinemaldia y con el
Festival de Sitges, refiriéndome sobre todo a horas de sueño, o mejor dicho a la falta de ellas.
La proyección programada para las 00:30 horas de anoche en el Teatro Principal de Donostia (así como el pase de hoy en el teatro Victoria Eugenia) de la película "A serbian film" ha sido suspendida por el juzgado número 4 de la audiencia de San Sebastián como "medida cautelar" debido a que la película puede incurrir en delitos en contra de la libertad sexual y de la infancia.

El caso es que lo ocurrido anoche en el ámbito de la Semana clama al cielo y deja al descubierto, una vez más, lo rancias que pueden ser algunas mentes con pensamientos caducos y obsoletos que lo único que hacen es rememorar tiempos oscuros de censura y fascismo que marcaban prohibiciones e indicaban a los idividuos qué ver, qué leer, qué hacer o qué pensar.
La suspensión de las proyecciones es una medida cautelar del juzgado, mientras se realiza la investigación pertinente sobre si hay delito en la película. La denuncia, de hecho, es hacia la propia película (no a quienes querían emitirla, en este caso la Semana de Terror), con lo cual quienes deberán responder ante todo esto serán o bien los productores de la misma o bien el director. De aquí se puede sacar algún asunto susceptible de debatir o comentar:
- La película está disponible en Internet y se puede descargar. Con esta polémica claramente la publicidad que está recibiendo la película es muy alta y muy alto será el número de personas que procedan a verla tras descargarla. Cosa que por otra parte no creo que convenga a quienes hayan cursado la denuncia (con lo cual considero que con todo esto echan piedras sobre su propio tejado... ellos verán).
- Si finalmente la película se permite y se puede proyectar, aunque el daño ya estará hecho, quedaría todo como una alarmante anécdota. Si se prohíbe, se trataría de un secuestro de una película en toda regla, algo que no sucede desde hace mucho, mucho, mucho tiempo, y que nunca debe suceder en una supuesta democracia (con
El crimen de Cuenca de
Pilar Miró debió de pasar algo similar)
- La película está dentro de la legalidad en cuanto a su realización, es decir la película es una ficción. Excusa decir que todos los que anoche queríamos ver la película y posiblemente el 99.99% de las personas que también quieren verla consideramos una absoluta aberración que cualquier cosa de las narradas de forma extrema y que suceden en la película sea real. Pero siempre que una película esté, como digo, dentro de la legalidad, es aceptable para poder ser vista o no. Que luego guste o no, que parezca más desagradable o menos o que se pueda criticar, entra dentro del criterio de cada persona, pero hay que recordar que eso forma parte ya de cada persona, del ámbito privado.
- ¿Qué decir de los telediarios o de ese tipo de programas carroñeros que emiten imágenes muy duras sin ningún pudor y a todo tipo de horas, incluidas las pertenecientes a eso que llaman
horario infantil? La hipocresía llega muy lejos, es algo que ya sabíamos, pero que aún queda más patente cuando incluso en programas presentados por personas que supuestamente son progresistas, o de izquierdas, se ensañan con esta película, y lo que es peor, con las personas que queremos verla o con quienes la han programado tachándonos de amorales o pervertidos como poco. Es lamentable, muy triste y vergonzoso.
¿Por qué tiene que venir nadie a decirme a mí lo que puedo ver y lo que no? Si se sigue por este terrible camino próximamente me dirán qué debo pensar y qué no. Y eso si lo de pensar no ha sido prohibido también, claro.
Centrándome en la Semana de Terror, en lugar de la película se realizó un debate con quien quisiera comentar o escuchar opiniones al respecto y el director de la Semana, el ínclito
José Luis Rebordinos, nos explicó entre otras muchas cosas que hace unos días les fue planteada la posibilidad de proyectar una versión censurada de la película (para curarse en salud), sin las escenas causantes de la polémica, cosa que directamente fue rechazada porque la Semana no iba a aceptar otra versión que no fuera la hecha por el director.
Bravo por ellos.
Además, desde el público surgió la idea de otorgar a la película a modo de homenaje y por supuesto también de protesta, un
premio especial del público (sí, sin haberla podido ver en el cine), para hacer ver que no estamos de acuerdo con todo este asunto. Una idea que la organización de la Semana aceptó de buen grado y que todos aplaudimos.
Parece mentira que aún puedan suceder cosas como esta, es increíble el grado al que pueden llegar las cosas, estando en pleno siglo XXI, está claro que lo único que hacemos es retroceder, nunca avanzar.
Desde aquí quiero dejar constancia de mi total apoyo a la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donosti y a todos sus responsables, así como también a su público (donde me incluyo) a quien también se le ha faltado el respeto y se le ha juzgado sin razón, a la vez que se juzga a la película y a quienes la han hecho posible.
NO A LA CENSURA
ANEXO: Carta de Ángel Sala a la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia-San Sebastián.
Queridos amigos:La noticia de la suspensión cautelar de A SERBIAN FILM es el último episodio de una serie de actitudes de extrema gravedad que son síntomas claros de un preocupante estado en la salud democrática del país. Se rechaza sistemáticamente el debate y se opta por la mordaza, la represión y el acoso a las libertades. En el caso de hoy, en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, me repugna especialmente que una de las personas más íntegras que conozco, como José Luis Rebordinos, haya tenido que declarar en un juzgado por una denuncia absurda que insulta a un certamen modélico como la Semana de Terror, y que menosprecia a un público lleno de pasión por el cine y que es el único legitimado para juzgar una obra artística con un criterio que siempre me ha parecido ecuánime y lógico. Doy mi apoyo incondicional en nombre de Sitges y, sobre todo, personalmente, a la Semana de Terror, a José Luis Rebordinos, a su equipo y a todo el público, pues esos apologetas de una moral caduca deberían tomar nota de vuestro ejemplo. No os rindáis, hay que plantar cara desde ya, juntos. Viva el fantástico, viva la Semana de Terror y un aplauso que oiga desde aquí para Rebordinos. Agur